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—¡Hola Ale! —saludé con emoción cuándo lo vi —¿cómo te fue?
—Muy bien —se acercó a mí y dejo un beso en mi mejilla —pude comprar el terreno sin ningún problema
—¿Y Monse?, ¿Ya te tolera un poco más? —pregunté con diversión
—No, casi ni me voltea a ver
—Lo dicho —intervino Victor —¿por qué sigues perdiendo el tiempo con ella?, hay muchas mujeres
—Si pero no cómo ella, pero tienes razón Victor yo también lo he pensado
Negué con la cabeza rápidamente y me senté a su lado.
—Por favor Alejandro ¿te vas a dar por vencido tan rápido?, aprende a enamorarla tonto, quizá ahora no te tiene mucha confianza pero todo a su tiempo
—Tienes razón —me abrazo —ah se me olvidaba, hoy estamos invitados a cenar en casa del Admirante Mendoza
Una sonrisa se dibujo en mi rostro inconscientemente, sabía que solo iría para poder ver a Dimitrio porque de lo contrario me negaría rotundamente.
Después de un buen rato hablando de distintas cosas y estar "trabajando" Victor se fue a no se dónde, a Alejandro le llamó la insoportable de Maria y yo estaba en la sala viendo una revista de ropa.
Estaba tan concentrada hasta que alguien me interrumpió tocando la puerta, Margarita estaba en la cocina así que tuve que abrir yo.
—¿Dimitrio? —lo miré con asombro cuándo abrí la puerta —¿qué haces aquí?
—Hola princesa, a mi también me da gusto volver a verte —dijo con diversión y dejó un beso en mi mejilla —quiero hablar con tú hermano ¿está?
—Si, pasa —Dimitrio entró y miró cada parte de la casa —espera aquí, voy a hablarle
Él asintió y me dirigí al cuarto de Alejandro, abrí la puerta con cuidado para poder escuchar su conversación con Maria pero al parecer se dio cuenta de mi presencia, se despidió de la insoportable y colgó.
—"Te prometo que voy a estar al pendiente de ti" —lo imite con burla
—Se toca la puerta antes de entrar —me lanzó una almohada —¿paso algo?
—Si, el hijo del Admirante Mendoza, Dimitrio, quiere hablar contigo
—Bueno ya voy, mientras tú ve a tu cuarto y ordenalo o algo así
—¿Qué? ¿por qué?
—No quiero que le eches el ojo a ese tal Dimitrio
Si supieras hermanito, si supieras...
—Pero Alejandro
—Ya te dije, ahora obedeceme porque soy el mayor
Lo miré mal y me fui a mi cuarto, que injusto es, cómo el si puede echarle el ojo a Monserrat.
