𝐄𝐧𝐜𝐡𝐚𝐧𝐭𝐞𝐝 || 𝐃𝐢𝐦𝐢𝐭𝐫𝐢𝐨 𝐌𝐞𝐧𝐝𝐨𝐳𝐚

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—Listo Alejandro, ¿nos vamos?

—Si claro, por cierto, te ves muy bonita —me abrazó y dejó un beso en mi mejilla

—Gracias, te quiero

Alejandro y yo estamos yendo a la fiesta en casa de Pedro Medina, al principio se negaba a ir pero después acepto con la excusa de que era de muy mala educación no ir.

Al llegar todo estaba lleno de gente de alta clase, por suerte me había vestido para la ocasión, pero cuándo vi a la rubia con la cuál mi hermano sueña supe porque acepto venir.

—Buenas noches —saludó la rubia cuándo se acercó a nosotros y le sonreí en forma de saludo —Alejandro, te estaba esperando

—¿De verdad? —preguntó y ella asintió

—Aunque no estaba segura de que ibas a venir, me gustaría hablar contigo, ¿te molesta si me lo llevó a otro lado? —preguntó Monserrat hacía mi

—Para nada, adelante —sonreí

Ella entrelazo su mano con la de mi hermano y después ambos se alejaron, genial, ya me había quedado sola entre gente que no conozco.

—Que preciosa te ves

Susurraron en mi oído y al sentir su mano en mi cintura me di la vuelta rápidamente, reconocería su voz en cualquier momento.

—Dimitrio —sonreí al verlo —no pensaba verte aquí

—Ni yo, al parecer estamos destinados a cruzarnos —dijo con diversión y reí —¿viniste sola?

—No, vine con mi hermano pero se fue

—Muy mal, yo no dejaría a una mujer tan preciosa cómo tú sola

Sabía cómo ponerme nerviosa.

Cuándo estaba por responder Monserrat llegó con nosotros, al momento que llegó creí que se alejaría de mi pero fue todo lo contrario, se acercó más a mi y hizo más fuerte su agarré en mi cintura.

—¿Qué quieres? —preguntó al ver a su hermana

—Quiero hablar contigo, pero no aquí

Dimitrio no pudo responder ya que fue golpeado levemente en el hombro, ambos nos dimos la vuelta para ver de quien se trataba y yo no lo podía creer.

—Adolfo —dijo Dimitrio con una gran sonrisa

El anterior nombrado al dirigir su vista a mi sonrió de la misma forma que yo lo estaba haciendo.