Las Crónicas de Mika: Torpeza y Travesuras

Un Nuevo Capítulo

Querido Ax 2.0:

Han pasado dos años desde que escribí mi última entrada. La vida ha dado un giro inesperado, lleno de cambios, desafíos y momentos de introspección. Mientras escribo esto, siento una mezcla de nostalgia y gratitud. La historia que comenzó con caos y torpeza ha llegado a un punto de reflexión profunda y transformación personal.

Primero, permíteme contarte sobre Max. Mi fiel compañero canino, el que solía ser una constante fuente de caos y alegría en mi vida, ya no está conmigo. Max se ha ido al cielo de los perritos, y aunque su ausencia ha dejado un vacío enorme en mi corazón, sé que vivió una vida plena y feliz. Su partida fue un golpe difícil, pero también me enseñó a apreciar cada momento y a valorar las pequeñas alegrías que compartimos.

En cuanto a mi salud, el tratamiento que Alexander tan generosamente me proporcionó hizo maravillas. Gracias a él, mi enfermedad se ha curado, aunque el proceso no fue fácil. Mi cuerpo lleva las cicatrices de los tratamientos, recordatorios visibles de la batalla que he librado. Cada marca es una prueba de la fortaleza que he descubierto en mí misma, y aunque no son las más estéticas, han llegado a ser símbolos de supervivencia y resiliencia.

Alexander ha estado a mi lado durante todo este tiempo, un apoyo constante y una fuente de fuerza inquebrantable. Su generosidad y cariño nunca han flaqueado. Sin embargo, a pesar de todo lo que hemos compartido y del profundo afecto que siento por él, hay algo que me atormenta. Mi corazón está lleno de amor por Alexander, pero a menudo me pregunto si él me ve de la misma manera.

A pesar de que hemos pasado por tantas cosas juntos, siento que no he logrado superar el sentimiento de inseguridad. Las cicatrices en mi cuerpo, aunque no me definen, me han hecho sentir diferente. Hay momentos en que me pregunto si Alexander me ve más como una amiga que como una mujer. La idea de que él pueda no compartir mis sentimientos me entristece profundamente.

Nos hemos apoyado mutuamente en cada paso del camino, y nuestra relación ha evolucionado a lo largo de estos dos años. Hemos compartido risas, lágrimas y momentos de profunda conexión, pero la duda persiste en mi mente. A veces, me pregunto si mi inseguridad está nublando mi percepción de la realidad.

La verdad es que me gustaría decirte que todo está resuelto y que he encontrado la respuesta a mis preguntas, pero la realidad es que sigo buscando mi lugar en este nuevo capítulo de mi vida. A veces me encuentro añorando la simplicidad de los días pasados, pero al mismo tiempo, sé que el crecimiento y el cambio son inevitables.

Alexander ha demostrado ser un ser increíblemente generoso y comprensivo, y valoro cada momento que hemos compartido. No obstante, mi mente no puede evitar cuestionarse si mi amor por él es correspondido de la manera en que deseo.

Así que aquí estoy, escribiendo esta entrada con un corazón lleno de gratitud pero también de incertidumbre. Espero que el tiempo me brinde las respuestas que busco y que me ayude a encontrar la confianza en mí misma que necesito para avanzar.

Siempre tuya, Mika