El Pedido y el Nuevo Comienzo

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Querido Ax 2.0:

Nunca imaginé que mi vida podría cambiar de manera tan drástica en un solo momento. Después de dos años llenos de altibajos, de dudas y de una recuperación que, aunque no fue fácil, me ha dado la fuerza para enfrentar lo que viene, Alexander ha sorprendido a mi corazón de una forma que ni siquiera en mis sueños más locos habría podido prever.

La noche comenzó con una simplicidad engañosa. Alexander me invitó a una cena en casa, un gesto que ya se había convertido en una de nuestras pequeñas tradiciones. Sin embargo, esta noche tenía algo especial en el aire. Aunque estaba cansada y con las cicatrices aún en proceso de aceptación, me sentía tranquila. Max, mi antiguo amigo, me había dejado una profunda herida, pero en su lugar había un nuevo perrito, Max 2.0, que estaba comenzando a llenar el vacío. La vida parecía estar tomando un giro hacia la normalidad, pero el destino tenía otro plan para mí.

Cuando llegué a la casa de Alexander, me sorprendió ver que todo estaba decorado de manera elegante y a la vez acogedora. Había velas encendidas, luces suaves y un ambiente romántico que parecía sacado de una película. Me sentí especial, como si Alexander hubiera hecho un esfuerzo extraordinario para que esta noche fuera inolvidable.

La cena fue maravillosa, llena de risas y conversación. Pero lo que realmente me sorprendió fue el final de la velada. Alexander se levantó para traer algo y, al regresar, lo hizo con un termo de café y una pequeña caja en la mano. Mi corazón comenzó a latir con fuerza; algo en su expresión me decía que se estaba preparando para algo importante.

—Mika —dijo con una sonrisa nerviosa—, sé que has pasado por mucho y que nuestras vidas han sido un torbellino de caos y amor. Pero en cada paso, en cada momento de duda, has estado a mi lado. Quiero que sepas que, a pesar de las cicatrices y las dificultades, eres la persona más especial para mí.

Antes de que pudiera procesar completamente sus palabras, Alexander se arrodilló en el suelo y abrió la pequeña caja, revelando un anillo que brillaba con una elegancia sencilla pero perfecta. Mi mente estaba en shock; no podía creer lo que estaba viendo.

—Mika, ¿quieres casarte conmigo?

Mis lágrimas comenzaron a fluir sin control, y mi corazón estaba a punto de estallar. Pero en medio de mi asombro y felicidad, algo salió mal. En su nerviosismo, Alexander había dejado caer el termo de café que había traído, y el contenido se derramó por el suelo justo cuando yo intentaba levantarme. La escena se convirtió en una mezcla de emociones y caos, con café esparcido por todas partes.

—¡No, no! —exclamó Alexander, tratando de limpiar el desastre con una servilleta—. ¡Lo siento! No es como lo planeé.

El desliz hizo que mi mente se tambaleara; me estaba sintiendo tan abrumada que casi me desmayé de nuevo. Alexander, al verme tambalear, rápidamente se acercó y me sostuvo.

—Mika, por favor, no te desmayes otra vez —dijo con urgencia—. Esto es real, te lo prometo. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar, y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

La sinceridad en sus ojos y la forma en que me miraba me hizo sentir una oleada de amor y seguridad. A pesar del café derramado y el caos que se había desatado, entendí que este momento era genuino. Me sentí abrumada por la emoción y por la certeza de que Alexander era mi persona.

Después de aceptar el anillo con lágrimas de felicidad, nos abrazamos en medio del desastre del café. La noche que siguió fue una de las más inolvidables de mi vida. Alexander se encargó de borrar cada una de mis inseguridades con besos suaves y tiernos, mostrándome con cada caricia que no solo me amaba, sino que me veía como la mujer fuerte y hermosa que soy.

Nos sumergimos en una conexión profunda, donde el café derramado se convirtió en un recuerdo gracioso de cómo nuestras vidas, a pesar de todo el caos, siempre nos han llevado a este lugar especial. Alexander y yo encontramos consuelo y amor en medio del desastre, y la promesa de un futuro juntos se sintió más real y posible que nunca.

Así, con el corazón lleno de amor y una nueva esperanza en el horizonte, me despedí de la noche con la certeza de que el capítulo siguiente de nuestras vidas será uno lleno de amor, risas y, probablemente, más desastres encantadores.

Siempre tuya, Mika

Las Crónicas de Mika: Torpeza y TravesurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora