𝕽𝖊𝖊𝖓𝖈𝖆𝖗𝖓𝖆𝖈𝖎ó𝖓 𝖉𝖊 𝖚𝖓 𝖍é𝖗𝖔𝖊 𝖉𝖊𝖑 𝖕𝖆𝖘𝖆𝖉𝖔

𝓒𝓐𝓟𝓘𝓣𝓤𝓛𝓞 10

Sin previo aviso, todos se levantaron y se lanzaron hacia el pobre chico mientras gritaban entre ellos. Lo rodearon, solo para ser golpeados con algo. Retrocedieron, quejándose, antes de ver a Emma meterse en el círculo y ponerse entre ellos y Takemichi.

—Oigan, este chico claramente ha pasado por mucho y no nos recuerda, así que retrocedan o no dudaré en enviarlos al infierno. —amenazó, solo para escuchar una pequeña risa proveniente de detrás de ella. Se dio la vuelta y vio la misma cara alegre y feliz que todos habían visto aquel primer día.

Takemichi sintió las miradas de la gente sobre él, así que levantó la vista.

—Ah, uh, ja, lo siento por eso... es solo que, umm, lo encuentro algo gracioso porque ella es como el Tío Mikey... —dijo, pero luego miró hacia un lado con tristeza— Quiero decir, Mikey.

Emma sonrió y puso una mano en su hombro con un toque suave.

—Oye, no te preocupes por eso, ¿ok? Ahora dime, mi niño, ¿qué te pasó en el ojo? —preguntó, colocando la mano que tenía en su hombro sobre su mejilla, acariciando suavemente la parte inferior del moretón con su dedo.

Todos se quedaron rígidos al escuchar la mención de un moretón. Los ojos de Takemichi se abrieron de par en par mientras retrocedía.

—Yo, umm... es solo que...

Empezó a balbucear, pero Emma se rió.

—Oye, oye, cálmate. Sé que probablemente estás nervioso, pero ¿parecemos personas malas en las que no puedas confiar? —le dijo. Takemichi miró detrás de ella para ver a una familia que parecía feliz. Todos le sonrieron cálidamente antes de volver a bromear entre ellos, así que volvió a mirar a la mujer y respiró hondo.

—Es de unos matones en la escuela.

El silencio cayó sobre la habitación, lo que hizo que Takemichi se sintiera preocupado e incómodo hasta el punto de que empezó a jugar con sus manos, pero pronto fueron tomadas suavemente por Emma.

—Oye, está bien, puedes contarnos.

Takemichi asintió antes de explicar.

—Me acosaban porque descubrieron quién era mi 'papá' y mis 'tíos'... dijeron que yo no era su hijo ni parte de su familia porque no me parecía a ellos, y, por supuesto, tenían razón...

Se quedó en silencio.

Emma miró a los demás antes de llevar a Takemichi a la cocina, empujando a todos a un lado.

—Ignóralos, no valen la pena, ¿ok? Tú sabes quién es tu familia, y eso es lo único que importa.

Señaló una silla antes de dirigirse a un cajón, así que él se sentó, preguntándose qué demonios estaba pasando.

—Espera... ¿no me vas a ignorar o decirme que me defienda?

Los ojos de Emma se abrieron antes de mirarlo.

—¿Qué? ¿Hicieron eso?

Una voz intervino, haciendo que Takemichi mirara a su alrededor solo para encontrar a un tipo con cabello rubio y un corte al rape.

—Sí... dijeron que si no me defendía, no creerían que soy su hijo, pero... yo no soy como ellos, no me gusta la violencia ni confrontar a nadie. —dijo Takemichi mientras mantenía contacto visual con el chico. De repente, su cerebro comenzó a buscar entre los recuerdos pasados, y sus ojos se abrieron de par en par—. Espera, ¿Chifuyu?