Mi Guardaespaldas es Romeo Santos.

Capitulo 11:"Familia de Caníbales"

-Romeo-

Desde aquel día no volví a amar a nadie, igualmente me vi obligado a casarme por civil con Solange, Esperanza tenía razón solo me quiere por mi dinero. Fue tan estúpido, irme y dejar a Esperanza sola, aunque este casado con Solange solamente amo a Esperanza. Mañana viene a New York, es una estrella internacional, me alegro mucho por ella, pero la forma en que se viste para los shows no me gusta, mini shorts, mini faldas, tops cortos, no, no pueden jugar con ella así. Es una chica, una adolescente, aunque ya tenga veinticuatro años, sigue siendo igual que cuando la conocí, cuando la veo en entrevistas por la televisión se nota mucho que no cambio nada, esa actitud exagerada, divertida e inigualable.

-Toc, toc- Solange entro sacándome de mis pensamientos.

-¿Si?

-¿Qué pensabas?

-En nada.

-Bueno, prepárate que tenemos que ir a ver a mi familia.

-Perfecto otra desgracia ¿No puedes dejar de traer desgracias a mi vida Dios?-Dije susurrando, por suerte ella no me escucho.

-¿Qué? ¿Dijiste algo?

-Si.-Lo pensé pero cambie lo que iba a decir-Que me encanta cenar con tu familia.

-Perfecto ¿Vamos?

-Ve tú, yo ya voy.

-Bueno, pero no tardes.

-Te lo prometo.

Salió del cuarto y respire profundo, odiaba ver todos los días a esa familia, familia de caníbales, no saben comportarse, creo que hasta una familia de personas que no tienen ni un solo centavo se comportan mejor que ellos. Baje antes de que me regañe por milésima vez. Ahora estaba viéndose al espejo, masajeando su estómago como si sintiera mal.

-¿No te parecería empezar a formar nuestra propia familia?-Me pregunto, quede totalmente desorbitado.

-No creo, así estamos perfecto-Dije lo más normal que podía parecer.

-No seas malo, me encantaría tener un mini Romeo.

-Pero, no tengo tiempo disponible para ayudarte con...

-Ya lo sabía, nunca vas a decir que sí. Todavía seguís amando a la tal Esperanza, te voy a decir algo rápido así vamos a la casa de mis papás, ella es famosa, tiene mucho dinero, tiene a todos los hombres a sus pies, tiene todos los caprichos y ya te olvido, no te ama, si ella te hubiera amado desde un principio hubiera viajado después de que viajaste. Pero no, ¿Tuviste algún llamado de ella? No ¿Algún mensaje? No. Ni una sola señal de ella, así que por favor vamos, no quiero saber más nada de esa chica que cuando sube al escenario parece una zorrita.

-No digas eso. Mejor vamos, no quiero discutir, quiero estar en paz con vos.

-Bueno, entonces muévete.

Salimos de la casa hacia el coche para ir a ver a "Su Familia". Al llegar allí todos observaban maravillados como si fuéramos la octava maravilla del mundo.

-Buenas noches, Romeo-Dijo William, el padre de Solange.

-Buenas noches. A todos-Dije.

-¿Cómo andan?-Pregunto Margaret, la madre de Solange, creo que ella era mejor persona una excelente persona, en cambio su familia no era nada comprensiva.

-Con los pies-Dijo Solange, pero nadie hizo mueca alguna de diversión- Bien mamá, ¿Cómo vamos a estar?

-En crisis-Le respondió Margaret haciendo que yo la viera de inmediato para que no volviera a decir algo, yo le conté todo, desde principio a fin.

-Margaret, debe ser broma-Sonreí- No hace falta saber esos pequeños detalles cuando todo está perfecto.

-Bueno, está bien, ahora pasen que voy a ver la cena y acá afuera ya está refrescando-Respondió.

Margaret a diferencia de Solange era una maravillosa persona, era una amiga en la cual podes confiar y siempre cumple con su palabra, ella era argentina , igual que Esperanza, y su esposo es de Puerto Rico, pero, es por eso que comprendió todo cuando se lo dije, a diferencia de toda su familia ella era de confianza. En la familia de Solange, cosa que me acabo de enterar, tienen un sobrino cantante, reconocido mundialmente, artista apodado "Prince Royce", si ya se, un amigo, pero las cosas que hace frente a su familia no es de amigos. Al verlo maltratando a su tía porque no le paso un vaso de agua decidí salir de ahí e irme a otro lado para no estorbar en ese lugar, lugar el cual siempre me fue incomodo, nunca encaje como yerno en esa familia.

-Esperanza-

Faltan solo horas, horas para encontrármelo, bueno, para conocer New York, Cosa que siempre quise hacer, falta horitas para llegar, si porque recién estoy guardando mis cosas en las maletas, estoy en México, en Monterrey, lugar maravilloso, en cualquier momento al aeropuerto. Ya son siete años de carrera musical, ya tengo veinticuatro, un manager muy amigo, claro lo conocen todos, porque es mi mejor amigo Leo. Bueno antes que todo se preguntaran que paso, si me olvide de Romeo, no, no me olvide de él, solo que me entere que está casado, casado con la mina que se encontró, corrección, encontramos en la ruta. Bueno, igual que el yo hice mi vida, a diferencia, yo no me case, sigo soltera y disfrutando de la vida, él tiene como dilema principal la familia y yo la música.

-Esperanza-Dijo Leo, sacándome de mis pensamientos entonces agarre el peine de inmediato- ¿Ya estás?

-No, me estoy peinando.

-Pero estabas guardando tu ropa en las maletas. No mientas.

-Leo, sabes la razón, no quiero ir a Nueva York, todavía no sé cómo voy a actuar si me lo encuentro.

-El contrato dice que no hay devoluciones ni aunque tu corazón esté en crisis.

-Pero...

-Vamos ya tenemos que irnos.

-Está bien, solo que...-Pause y observe la suite.-Esta muy lindo este lugar.

-Bue. Dale apúrate.

-Deja de apurar Leonardo.

-Está bien. Bye.

-Chau.

Volví a lo que estaba.

"A empacar que mañana a él te lo vas a encontrar,

Aunque este casado un beso seguro le robas..."

Cante y después reí.

-Esperanza, no seas tan estúpida.-Me dije, me dirán loca pero para estar feliz o calmados un poco de auto psicología no viene mal.

Ya teniendo todo listo, me fui a donde Leo estaba, como siempre apurando, apurando como si él fuera el jefe de mis horarios, va, soy yo quien decide qué hora si, o que hora no.

Al ir al aeropuerto estaba un poco mareada ¿Escusa? No ¿Mareos? Tampoco ¿Nervios? Si, muchos, muchos nervios porque estaba por ir a New York, no, pero a calmar las aguas e ir disfrutando el viaje.