Capítulo 28: "Comienza a herir"

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-Solange-

Salió perfecto el plan. Royce vino aquí y me contó todo. Aunque está enfadado conmigo, voy a lograr que me ayude.

-Tienes que comenzar a herir. No dejes que te destruyan a ti-Le digo convencida-. Si tú los destruyes, ellos no podrán destruirte a ti.Y así saldremos de esta ciudad e iremos a donde sea.

-No losé. Me cuesta mucho sacar a Esperanza de aquí-Dice señalando el pecho-. La amo. Pero ella ama a otro.

-Con más razón, destrúyela y no te dolerá.

-Me dolerá más que dejarla ir.

-Entonces,necio. Concédele el divorcio, nos encargaremos de Santos, luego volvemos al ataque contra ella.

Al ver su expresión convencida, sonrió victoriosa.

-Perfecto.Entendiste al fin.

Mi boca emboza una sonrisa y luego brindamos chocando nuestras copas de Champaign. Tomo dos tragos y lo vuelvo a dejar en la mesa.

-Entonces deberíamos idear un plan-Dice.

-Ya lo tengo. Pero, solo te lo demostrare con algo a cambio.

-¿Qué cosa?

-Quiero dejar el papel ese que cumplo, siendo tu prima, es mentira-Digo sentándome a horcajadas sobre él.

-¿Se puede saber qué es lo que quieres?-Pregunta juguetón.

-Lo que piensas, lo que pienso-. Sonrió- ¡Pasión!

Sonríe y nos besamos salvajemente, quitándole la remera sigo ese beso.



-Esperanza-

Espero que Royce esté tratando de reflexionar y de, el ‹‹sí›› al divorcio.

Cenamos intranquilos, pero logramos hacer reír a Mía y a Chris. La comida es carne al horno con papas, obviamente papas fritas. Acompañamos la comida por jugo y Coca-Cola. Luego fuimos a jugar un ratito hasta que cayeron rendidos. Los llevamos a la cama de cada uno. Con cuidado coloque a Mía en su cama, despacio arregle la almohada y suavemente apoye la cabecita de mi niña en ella. Nos encontramos con Romeo fuera de la habitación. Me miro, sonrió y pregunto.

-¿Café?

-Puede ser.

-Vamos-Dijo,me agarro la mano y sonreía.

-¿Qué ocurre?-Le pregunto.

-No veo la hora de que te divorcies de Royce y nos casemos.

-Siempre lo soñamos-Digo apoyando la cabeza en su hombro.

-Siempre.Pero en algún momento se volverá realidad. Y será el día más feliz de nuestras vidas, serás mi mujer, la mujer de mi vida, la que amo. Te amo.

Sonrió embobada.

-Yo también te amo.

Sonrió y nos besamos dulcemente.

Mi Guardaespaldas es Romeo Santos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora