Capítulo 23: "¿Romeo?"

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-Romeo-

Desde hace siete años no veo a Esperanza, es lo peor, pero, lo que sé es que la voy a ver, lo más gracioso es que nos vemos cada siete años. Hace tres años estoy divorciado, esperándola a ella, lo que si es que tengo otro hijo, ya todos saben de Alex, pero también esta Christian, tiene cinco años, hijo que comparto con Solange, lo que llevo al divorcio fue la infidelidad y otra cuestión que es la peor, no se preocupaba por Chris, lo dejaba horas y horas solo, y no se ocupaba. Cuando me entere de eso la eche de la casa y le dije que no vuelva a molestar, me quede solo cuidando a Chris, aunque no solo, también está la nana.

-Esperanza-

Llegue al fin a Nueva York, Mía estaba cansada por el viaje y cuando subimos al auto se durmió en el asiento de atrás, y estaba en el asiento del copiloto y Royce manejaba. Estaba mirando el paisaje y se me cruzo en la cabeza preguntar algo.

-¿Dónde vamos?-Pregunte curiosa.

-No vamos a estar solos por aquí en Nueva York. Sino que vamos a vivir con...

Paro el auto y me quede paralizada, era una mansión, era grande totalmente grande. Baje, recorrí un poco el exterior (cerca del auto) y después volví a donde estaba Royce. Llamo a alguien con el celular y a los dos segundos vi aparecer a...

-¿Romeo?-Pregunte.

-Esperanza-Me respondió sonriendo, su sonrisa encantadora iluminaba la mia vita.

-Sí, Esperanza mi esposa-Dijo Royce celoso.

La cara de Romeo no era de alegría sino de tristeza, pero en dos segundos cambio la expresión y sonrió.

-Veo que vienen con paquete-dijo riendo.

-¿Qué paquete?-Pregunte.

-Por ella-Dijo Romeo señalando a Mía quien había bajado del auto media dormida.

-No es un paquete-Dije. Es mi hija.

Romeo me miro y se sorprendió.

-¿Se puede saber cuántos años tiene?-Pregunto Romeo.

Mía se acercó a él.

-Mucho gusto me llamo Mía, tengo siete años y...-Sonrió-Me gusta el helado de chocolate ¿Tiene helado de chocolate?

Le acaricio la cabeza y beso la frente de Mía, sonriendo respondió:

-El gusto es mío, ¿Helado de chocolate? ¿Te dijeron alguna vez que eres igual a tu madre?

-No. ¿Por qué soy igual a mi mami?

-Porque a ella también le encanta el helado de chocolate-Romeo sonrió-Pero lo raro es que a...-Señalo a Royce-a él no le gusta.

-A Geo no le gusta el helado de chocolate porque le provoca gases-Dijo Mía y con Romeo rieron a carcajadas.

-Mía.-La regañe.

Se entendían bastante bien, pero cuando se enteraran de que son padre e hija no sé cuál va a ser la reacción de los dos.

-Romeo puedo hablar con vos-Dije.

-Claro.

-¿Dónde podríamos hablar?-Pregunte.

-En mi despacho.-Miro a Royce-No le hare nada solo hablare.

Royce le hizo una seña para que tuviera cuidado, la cual me hizo reír. Entramos y nos dirigimos al despacho.

-¿De qué quieres hablar?-Pregunto una vez que estuvimos dentro del despacho.

-De...-Lo mire-De que si vamos a vivir juntos acá ahí que haber reglas.

Me miro divertido y dio una carcajada.

-Mire usted señora Royce, aquí hay reglas, lo primero que pensé a partir de hoy es...-Rio-Estar distanciado nosotros dos, no me interesa saber nada de usted. A partir de hoy usted y yo solo colegas nada más.

-Me parece perfecto.

-Muy bien. ¿Algo más?

-Sssssiii, no.

-En qué quedamos ¿Sí o no?

-No.

-Está bien, ahora tengo que ver a Chris.

-¿Chris?-Pregunte.

-Yes.

-¿Quién?

-Mi hijo-Respondió.

-Pero...

-No-Me interrumpió-Alex no, Chris tiene cinco años.

-Ah-Respondí-. Te felicito.

-Igualmente-Me dijo-¿Puedo darte un abrazo?

Respondí asintiendo con la cabeza y me abrazo. Me estaba volviendo loca, a parte tenía que ocultarle que él era el padre de Mía.

-Romeo-

Mi cuerpo necesitaba ese abrazo, pero necesita más su cuerpo, sería el hombre más feliz si ella estuviera divorciada y si estuviera sola, la consolaría y le propondría todo para que ella viva como se merece. Me saludo y se fue. Me fui con Chris quien estaba con su nana, ella fue a preparar unas cosas y me quede solo con Chris. Mía entro en la habitación de juegos y se quedó parada cerca de la puerta.

-Ven-Le dije y ella se acercó.

-¿Cómo se llama él?-Pregunto.

-Se llama Chris.

-Sí, yo me llamo Chris-Dijo Chris y los tres reímos.

Estuvimos riendo y jugando toda la tarde y a la noche también. En la puerta vi a Esperanza quien sonreía.

-Pasa-Le dije.

-No quiero molestar. Están divirtiéndose.

-Necesitamos una más. Estábamos pensando en jugar a los indios, ¿Quieres unirte?

-Claro que sí, no hay más india que yo-Dijo quitándose los tacones y entrando saltando a la habitación.

Comenzamos a correr para todos lados, por suerte hubo motivos por el que me acercaba bastante a Esperanza, pero, tenía que respetar porque estaban Chris y Mía, Mía me pareció muy simpática es muy divertida y de muy buen autoestima.

-Royce-

Termine de desempacar y entre en la habitación de juegos donde estaban todos, al ver esa escena tan familiar la rabia recorrió mis venas e interrumpí "Sin querer" esa escena.

-Ya es hora de cenar e irse a dormir-Dije.

Bufaron y los niños fueron corriendo a la mesa. Esperanza se calzo los tacones y fue tras los pequeños, Romeo se sentó en el sofá de ahí y estaba cansado.

-¿No te he dicho que te alejes de ella?-Reproche.

-Estábamos jugando con los niños-Respondió inocentemente.

-No me interesa. No quiero que te acerques a Esperanza si quieres puedes acercarte a Mía pero a mi mujer no.

-Está bien, ya no me acercare a ella.

Salí de la habitación de juegos y me fui con Esperanza y los niños, nos sentamos esperando la comida y luego apareció Anthony.

Mi Guardaespaldas es Romeo Santos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora