Mi Guardaespaldas es Romeo Santos.

Capitulo 19:"¿Que son esas píldoras?"

-Esperanza-

Todo quedo en silencio. Empecé a incomodarme y gracias a eso empecé a sentir que me estaba subiendo la presión en cualquier momento me desmayaba, nunca conté a nadie más que a mi hermano que tanto suspenso me daba sensaciones raras y me provocaba algo raro aparte de que me subía la presión, era casi igual que cuando me quedaba encerrada la claustrofobia, pero, esto era diferente.

-Esperanza-Dijo Royce.

Perfecto iba a hacer el papelón de mi vida, iba a caer ante todos por los nervios y porque el short parecía que me apretaba estaba a punto de orinarme, pero por suerte eso lo puedo controlar.

-¿Qué paso? ¿Hice algo malo?-Pregunte mientras me levantaba del asiento.

-No.-Me agarro de la mano y del bolsillo del pantalón negro saco una cajita de color bordo-¿Quieres ser mi novia?

Creo que en ese momento estaba entre la espada y la pared, mis piernas comenzaron a temblar inmediatamente me volví a sentar y en ese momento mi hermano, Melissa, Royce y Romeo se acercaron a ver que me pasaba. Comenzaba a ver borroso, sentía mucho calor y me asustaba, sentía mucho barullo a mí alrededor, logre volver a tener conocimiento y lo primero que hice es salir de allí, salí corriendo del restaurante y tome un taxi.

Baje del taxi, pague, luego entre a mi casa y fui directo a mi habitación. Cuando entre a mi habitación de inmediato entre al baño y abrí el botiquín mientras buscaba las pastillas que tomaba para que eso no siga pasando. Una vez que tome las pastillas me acosté en la cama sin cambiarme y me dormí así, no quería pensar en nada, si Royce quiere una respuesta que la deje para otro momento, no estoy para noviazgos, menos con él.

La música retumbaba en toda la casa entonces me levante, estaba toda desacomodada, me fui al baño y, en un abrir y cerrar de ojos, agarre la ropa y me fui a duchar. Sentía que las gotas de agua tibia me calmaban, después de secarme el cuerpo me vestí y llego el momento de lo más difícil, mi pelo era un desastre, ahora a desenredar esa melena. Después de que terminar de peinar mi pelo me pase una crema para que mi pelo brillara, me arme una linda coleta alta y salí del baño. Baje las escaleras corriendo y entre a la cocina dando un salto mortal, es de costumbre, allí estaban Daniel, Melissa y Romeo. Los salude, me prepare el desayuno y nadie hablo del tema de la noche anterior. Una vez que termine de desayunar me volví a mi habitación y tome las pastillas, cuando cierro el botiquín veo que Romeo se encuentra parado y enojado en la puerta viéndome.

-¿Qué son esas píldoras?-Pregunto preocupado.

-Nada-Respondí nerviosa.

-No nací ayer.

-Ya sé si tenes...

-No es una broma-Me interrumpió-Es enserio ¿Qué son esas píldoras?

-Remedios.

-¿Qué tipos de remedios?-Insistió.

-Te cuento si me prometes que no le vas a decir a Daniel y a Melissa.

-¿De verdad es grave?

-Mucho.

-¿Qué tan grave si les cuento?-Pregunto.

-Si les decís de la existencia de las pastillas te las vas a ver conmigo.

-¿Por qué?

-¿No querés que te lo cuente?

-Sí.

-Esperaba que la respuesta sea un NO.

-No tengo todo el día.

Lo mire y la desesperación recorrió mi cuerpo.

-Tengo un problema.-Lo mire otra vez y agregue-No se lo quiero contar a Daniel.

-¿Qué problema?

-Tengo que medicarme porque desde que se fueron todos empecé a sentirme muy mal.-Lo mire con tristeza-Soy bipolar. Es horrible, son síntomas diferentes en un segundo y al final me da miedo que aparezca ante todos.

Me miro impactado pero me alentó.

-Lo sé es terrible, más cuando aparecieron todos de nuevo.-Sonreí-Pero con fe y dedicación lo voy a terminar venciendo, eso sí, necesitare ayuda.

-Yo te voy a ayudar-Dijo acercándose a mí.

Me corrí, fui rápidamente a cerrar la puerta de la habitación con llave y comenzó el juego. Romeo hizo un gesto que sirvió en vano, pero era mentira, luego me recosté en la cama y él fue detrás de mí