Capítulo 18: "Restaurante, glamour y... ¡Esperanza!"

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-Romeo-

Estuvimos esperando a Royce unos segundos, apenas entro a la casa de Esperanza salió con ella, Daniel y Melissa. Royce nos hizo una seña para que lo sigamos y entonces nos encaminamos al restaurante. Mientras manejaba escuchaba las quejas de Solange.

-¿Cómo puede ser que esa estúpida tenga mejor ropa que la mía?-Bufo-¿Por qué ella tiene que tener todo y yo nada?-Volvió a bufar-¿Por qué todos la miran a ella y a mí no?-Tercera vez que bufa-Ella va mejor vestida que yo y yo me tengo que conformar con este vestido que no me complace. Este vestido es totalmente vulgar, es horrible y ni siquiera tiene lindo color.

De tanto quejarse ya le daba la razón, Esperanza siempre tenía la ropa reluciente, lo que era una maravilla el secreto de ella era que ella misma arreglaba su ropa si necesitaba, en cambio Solange jamás en su vida toco una aguja de coser. Esperanza era totalmente bella, todos los hombres mueren por estar con ella, en cambio a Solange casi nadie la quiere porque es realmente insoportable, no digo que no sea atractiva, pero su forma de ser no atraía a nadie en verdad. El vestido de Solange y toda su ropa nunca fue de mi agrado, es totalmente superficial y no elije colores que combinen, en cambio Esperanza vista como vista todo le queda perfecta, en mi punto de vista obviamente.

-Esperanza-

En el coche la charla era muy aburrida, empecé a tararear la canción que estaba pasando en la radio era la canción de Shakira "Nunca me acuerdo de olvidarte", empecé a tararear hasta que empecé a cantar.

Estuve todo el viaje aburrida, llegamos al restaurante y sorprendida baje del coche. Estuve dos minutos saltando de emoción hasta que llego Romeo y la insoportablemente novia de él, para molestar me arregle la remera y el short dejando que este se convierta rápidamente en mini, pero muy mini. Bajaron del coche y tenía que disimular la risa para no ser maleducada, la verdad es que Solange estaba totalmente horrible con ese vestido con un color raro, digamos color mierda de verdad era totalmente horrible.

Di unos saltos, gire alrededor de todos y no paraba, estaban hablando mientras yo no me unía a la charla y estaba aburrida apurándolos para que no perdamos la reserva, de vez en cuando sentía que Solange me veía con rabia, si me molestara que ella me esté mirando solo porque me tiene rabia pero lo que no entiendo es porque me odia tanto.

-¿Y? ¿Ya hablaron? ¿Entramos?-Preguntaba a cada rato.

Después de que entraron al restaurante vi que Romeo estaba buscando algo en su coche, me acerque silenciosamente y cuando él se dio vuelta.

-Buu-Dije riendo.

-Ya sabía que estabas ahí- Miro el colgante y sonrió- ¿Todavía lo tienes?

-Nunca lo perdí, lo guarde como un recuerdo.

-¿Buen recuerdo o mal recuerdo?

-Un gran recuerdo.-levante la vista y clave la mirada en sus ojos-Nunca me perdone lo que paso.

-¿Qué cosa?

-Te trate mal, muy mal. Aunque sé que ahora estas feliz, muy feliz. Cada uno siguió por su camino. Pero, no deje de amarte.

Me acerque a él y antes de que respondiera lo bese, no pensaba en cambiar las cosas, pero ese beso lo necesitaba. Antes de que dijera algo después de separarnos me fui adentro al restaurante.

Cuando entre me fui a donde estaban los demás me senté al lado de Royce, pero, al lado mío había una silla vacía, sonreí disimuladamente y después vi que Romeo entro al restaurante con un bolso y un abrigo que seguro son de Solange.

Estábamos tranquilos, llego el mesero y sirvió la comida, era como un banquete. Royce comenzó a hablar.

-Es perfecto restaurante, glamour y... ¡Esperanza!-Grito cuando vio que yo estaba metiendo la mano para sacar un pan.

-¿Qué?-Pregunte.

-Hay que esperar que termine de hablar para comer-Dijo victorioso.

Le hice una seña a mi hermano y me respondió con una seña de intelectualismo diciendo que no sabía qué hacer. Aguante toda la "Elegancia" de las personas más insoportables que conocí en mi vida solo porque mi hermano y mi amiga estaban fusionados por esas cosas.

Cuando llego el postre no solo era una torta de chocolate como la hacía mi abuela si no que vino acompañada de unos murmullos y lo que menos esperaba.

Mi Guardaespaldas es Romeo Santos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora