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---Quiero el divorcio.

---¿Y ahora qué hice?

---¡Existir!

Seungmin parpadeó incrédulo, bajando su rebanada de pizza al desechable frente a él. Lina, por otro lado, le miró fugazmente mordisqueando un pequeño trocito de la rebanada, demostrando su rencor con cada masticada.

Marido y mujer se encontraban sentados en la mesita de centro de su sala de estar. Ambos habían vuelto a su hogar tras una intensa pelea del hijo con su madre para ver en qué casa se quedaba la castaña, aunque finalmente la abuela se rindió y permitió que la pareja volviera a su hogar a regañadientes.

No obstante, en ese momento presente, el humor de Lina se había oscurecido. Seungmin, sin entender el por qué de su irritabilidad, se levantó de su sitio y se arrastró hasta el otro lado, sentándose al costado de su mujer. Pasó los mechones de cabello hacia atrás de su hombro y luego depósito un casto beso en su piel desnuda.

---¿Por qué estás enojada? ---indagó.

---Ya te lo dije ---le miró---. Tu maldita presencia me irrita.

No muy convencido, Seungmin ignoró sus palabras y volvió a besar su hombro, ahora dejando suaves caricias en su barriga. Lina resopló rodando los ojos ante la molestia que le provocaba su marido. Iba a reclamar sobre su desesperante presencia sin embargo, terminó cerrando la boca porque sintió lo mojado de la tela en sus pechos cuando comenzaron a secretar calostro. Instintivamente bajó la mirada y su blusa de color rosa se volvió de un tono más intenso debido a la humedad esparcida. Las caricias ajenas en su barriga se detuvieron y pronto marido y mujer encontraron sus miradas bajo un silencio intenso.

---No, no lo harás ---determinó la castaña.

---Pero tenemos un acuerdo.

---Pues, queda completamente cancelado el acuerdo, cariño ---amonestó, cubriéndose el pecho.

---Lina.

---Llamaré a Hyunjin ---sugirió tomando su teléfono.

---No puedes llamarla, estaba con Jissungie ---recordó sonriente.

---Entonces llamaré a Eunwoo.

Seungmin borró la sonrisa y arrebató el teléfono de las manos de su esposa. Lina intentó recuperarlo, pero cuando intentó maldecir a su esposo, Seungmin se abalanzó y la atrapó en su beso. El castaño estaba preparándose para los puñetazos que recibiría sin embargo, estos nunca llegaron y en cambio terminó siendo correspondido.

El beso de su mujer era suave. Entendió que Lina sólo estaba siendo víctima de sus hormonas y con muchísimo cuidado arrastró su mano hasta posarlo en uno de los pechos de su mujer. Sintió el aliento ardiente del jadeo sobre sus labios, pero más allá de ser un rechazo, se volvió una precaución y Seungmin entendió que debía ir despacio, así que se levantó rápidamente por uno de los envases especiales y volvió en un santiamén.

Seungmin realmente se había puesto a pensar mucho sobre lo ocurrido entre su mujer y su viejo compañero en la universidad. Él sabía que la gente solía pensar que el Cha era el prometido de Lina en lugar de él. Siempre se vio como receptor de comentarios por parte de sus amigos y familia que le hablaban sobre el hecho de que no parecía que estuviera realmente enamorado de Lina, e inevitablemente se vio en medio de una ola de inseguridad que aparentemente había terminado cuando se casó con su amor... Hasta hace unos días atrás.

El hecho de haber sido testigo de aquella escena lo enfureció y todo fue peor cuando se dio cuenta de que ese sujeto estaba mucho más informado sobre su bebé, que él mismo. Había prometido que dejaría de lado a la empresa, pero parecía que la empresa y sus inquilinos no estaban dispuestos a soltarlo y ahora empezaba a desesperarse cuando se daba cuenta de que no era tan descabellado aquel sueño donde su esposa lo abandonaba por irse con aquel susodicho.

---Minnie~.

Seungmin se dio cuenta de que estaba siendo un poco rudo, así que bajó la intensidad de la presión de sus dedos en las areolas y besó nuevamente a su mujer. Había estudiado con más cuidado sobre las etapas restantes del embarazo y se había vuelto más servicial después de aquella escena que presenció. No estaba dispuesto a perder a su esposa por descuidado, así que ahí estaba, felizmente descongestionando los pechos de su esposa.

Fueron un par de minutos de los cuales no tuvieron interés en contar. Lina se vio notablemente más tranquila y Seungmin se vio totalmente victorioso con su buen trabajo. Se levantó y se dirigió a la habitación en busca de una toalla y un nuevo blusón para su esposa. Guardó el calostro en la nevera especial y volvió con la castaña para ayudarle a cambiarse.

Lina estaba encantada. Su mal humor se había desvanecido. Anteriormente había escuchado por parte de Hyunjin y la abuela, que la presencia de Seungmin iba a ser esencial en el embarazo y en ese momento se sentía agradecida por tenerlo ahí para ella sola. No podía evitar sonreír cuando recordaba como su esposo había mandado al carajo a su primo cuando este le llamó para que se presentara a la empresa. Los juegos sucios de Seungmin y Jisung estaban dando frutos y ahora, como dueño del cincuenta y cinco por ciento de la empresa, su esposo podía darse el lujo de alzar la barbilla y pasarse todas las palabrerías u órdenes de esa familia por el arco del triunfo.

---Iré a abrir la puerta.

La voz suave de su marido la despertó de su ensoñación. Recibió un beso en la sien y vio a su esposo perderse por el pasillo. Se acomodó el blusón mientras agudizaba el oído, escuchando una suave risa que le vibrar el pecho. Se volvió sonriente al cabo de unos segundos y esperó contenta a que la chica se asomara por la entrada a la sala de estar.

---Espero no haber interrumpido.

---Por supuesto que no ---aseguró el castaño.

---¡Jinnie!

---Oh, reina, ¡luces tan preciosa!

La azabache se apresuró a dónde la castaña. Se agachó y abrazó a la embarazada, dejando un par de cariños en su barriga.

Hyunjin había tenido que viajar nuevamente para una weekend fashion en París, había sido un viaje repentino sin embargo, para suerte de la castaña, no había sido un viaje tan duradero. La bebé iba a nacer en cualquier momento y Hyunjin le había prometido estar ahí para ella, así que le alivió tenerla ahí en frente.

---Traeré algo para beber ---mencionó Seungmin.

---Sí vas a cumplir tu promesa ---lloriqueó la castaña---. Realmente pensé que tardarías más.

---Oh, reina ---le acarició la melena---. Eres como mi hermana, por supuesto que voy a estar contigo... Además... Necesito de ti.

Lina alzó la ceja, olvidándose de que quería llorar. Miró a Hyunjin como una niña curiosa con sus enormes ojos y parpadeó serenamente, esperando por la respuesta de las más alta. Hyunjin, por su parte, rebuscó en su bolso y pescó una pequeña libreta de notas que llevaba por ahí, presionó los labios y luego los estiró satisfecha cuando encontró la hoja que buscaba.

---El cumpleaños de mi amor es en una semana, no pienso hacer la gran fiesta porque no lo quiere sin embargo, necesito que seas tú quien dirija la cocina.

---¿Yo?

---Sí... Quiero decir, no te voy a obligar a cocinar porque tu estado es delicado, simplemente me gustaría que seas la cabecilla de los cocineros que contrataré para el evento.

Lina miró en silencio a su cuñada. Su pecho vibraba con entusiasmo y agradecimiento por ser tomada en cuenta por Hyunjin sin embargo, también había un poco de inseguridad porque no sabía si sería eficiente en su papel. Los ojos de la azabache le rogaban su auxilio y ella estaba tan perdida en ellos que se le olvidó la manera correcta de decirle que no. Además, se lo debía a Jisung por simplemente ayudarlos con el tema de la estúpida empresa.

---Yo... De acuerdo, Jinnie, trataré de hacer mi mejor esfuerzo para ayudarles.

Hyunjin le sonrió con ganas, se abalanzó suavemente y la abrazó con fuerzas, besándole la mejilla y acariciando su barriga mientras murmuraba al bebé sobre el hecho de que tenía a una mujer increíble como su madre.

LOVE ME, BITCH [skz family universe]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora