El sol golpea contra la cara de Carolina, despertándola. Durmió todo el viaje hasta la ciudad, una ciudad gigante y hermosa conocida como "Distrito Alonso". Después de tantos años, Carolina al fin vuelve a su hogar. Las lágrimas de felicidad la invadieron grandemente.
-Bien, Nicolás -dijo David-. ¿Qué haremos?
-Teñirnos el pelo.
-¿Qué? ¿Es en serio?
-Tú lo tienes azul, Enrique rojo, y si no lo notaste, yo lo tengo blanco. Debemos pasar inadvertidos.
-¿Cómo se supone que lo hagamos? Somos fantasmas que aparecieron después de tres años.
-Por eso no debemos llamar la atención. Entraremos en el primer local que veamos y robaremos gafas de sol y ropa.
-¿Para qué las gafas?
Nicolás mueve el espejo retrovisor para que David viera sus ojos, que también eran de color azul oscuro igual que su cabello.
-Me gustan mis ojos.
-Los tuyos azules están bien, incluso los de Carolina, pero Enrique y yo los tenemos de colores anormales.
-Ya entiendo. ¿Y luego?
-Pelearemos esta guerra en secreto.
Nicolás y Enrique entran en un local donde distraen a los empleados, mientras David tomaba las cosas velozmente. Pintándose el cabello cada uno de su color original, subieron a la camioneta y volvieron a tomar camino. Carolina, dando su dirección, llegaron a una hermosa casa. Los chicos bajan de la camioneta, Carolina abraza a los chicos llorando de felicidad. Finalmente volvió con su familia, solo les pudo decir repetidas veces "gracias".
-Siempre estemos en contacto -dijo Antonio, sonriendo por ver la alegría de ella.
-Recuerda que debes venir conmigo para ayudarte con tu efecto -dijo Nicolás mientras le daba un papel con su dirección.
-Espero verlos pronto -fueron las últimas palabras que cruzó Carolina con los chicos.
El grupo de amigos que la ayudó a escapar del infierno tomó camino a su hogar después de tanto tiempo. Carolina sentía en su corazón tanta alegría y nervios al estar de pie delante de su casa. Después de tantos años separada de su familia, Carolina, dando cada paso con alegría, llegó a la puerta. Tomando un profundo respiro, dijo: "Al fin volví".
Carolina toca el timbre de la casa, impaciente, solo espera que le abra su mamá y darle un fuerte abrazo. Pasan los segundos como si fueran horas para ella. Finalmente, se abre la puerta. Carolina, sin poder evitarlo, coloca una sonrisa en su cara, pero al ver que la persona que abría no era su madre, ni siquiera alguien que ella conoce, se le borró la sonrisa de la cara. Ve a una joven chica vestida de blanco.
-¿En qué puedo ayudarle? -dijo la chica mirándola con la puerta entrecerrada.
Carolina, sin palabras, no sabía qué decir. Ella no esperaba encontrar a otra persona en su casa.
-Señorita, ¿está bien? -volvió a hablar la chica.
-Disculpe -habló finalmente Carolina de manera nerviosa-, busco a Ramón Vegas. Nosotros, digo, él vivía aquí.
-Sí, él vive aquí, pero debo preguntar, ¿quién lo busca?
-¿Está aquí? -al escuchar esto, Carolina vuelve a sentir la alegría en su cuerpo.
-¿Quién lo busca?
-¿Usted quién es? -preguntó Carolina algo molesta al ver que una joven mujer está en su casa.
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proyecto éxodo
Science Fiction"Cuarto chicos y una chica son secuestrados y sometidos a experimentos que les otorgan poderes sobrenaturales. Tras escapar, se enfrentan a una nueva realidad: han pasado años desde su secuestro y el mundo que conocían ha cambiado. Ahora, con habili...