H-animal

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Mercurio lleva cuatro meses luchando contra la corrupción, la venta de drogas y los asaltos violentos. Aunque estos actos no son tan grandes como salvar a esas chicas aquel día, él se siente feliz de ayudar a convertir su ciudad en un lugar más seguro. Los ciudadanos lo aceptan con alegría, pero los policías y políticos corruptos están molestos por esta situación. Sin embargo, el apoyo de los ciudadanos era más grande que el deseo corrupto de aquellos que desean su destrucción . El detective Diego, junto a los policías honestos, protegen a Mercurio.

Un día, mientras David, vestido como Mercurio, vive una jornada aparentemente normal, escucha una llamada de Diego por la radio.

—Si estás escuchando, tenemos una situación drástica en el centro comercial Bolívar. Ven pronto.

—Tardaré diez minutos —pensó David—. Está justo al otro lado de la ciudad.

David recorre la ciudad a la máxima velocidad permitida. Al llegar, ve el centro comercial acordonado y evacuado. Allí encuentra a Diego, quien le dice:

—Tardaste más de lo normal.

—Estaba lejos. Dime, ¿cuál es la situación?

—Esta.

Diego le muestra a David un maletín repleto de bombas que está en un área asegurada.

—¿Qué significa esto?

—Según el gobierno, dirán que es terrorismo.

Diego se quita el radio y, lanzándolo, le dice a Mercurio:

—Te quieren muerto o destruir tu imagen, Ningún grupo criminal puede crear este tipo de artefactos. Esta bomba no la podemos desarmar, solo explotará. Las personas poderosas de la ciudad planearon esto para sacarte del camino.

—Pero ¿por qué? Solo intento hacer del distrito Alonso un lugar mejor.

—Lo sé. Los ciudadanos y las personas honestas lo saben, pero tú sabes que aquí reinan los criminales contra los que luchas.

—Era de esperarse.

—¿Qué harás?

—Dame la bomba.

Mercurio ve que solo tiene un minuto para sacar la bomba de la ciudad antes de que explote. Quitándose el brazalete que lo regula, dijo para sí mismo: "Perdóname, nic". Comenzando a correr, alcanzó la velocidad del sonido, provocando una línea con cada paso. David se esfuerza de manera asombrosa, su ropa es rasgada por la fricción y sus zapatos se comienzan a quemar, aumentando la velocidad en cada paso. Las personas solo escuchaban un estruendo cuando él pasaba. Alcanzado una velocidad de macht dos llega al bosque, corrió hasta el lago, faltando solamente dos segundos para que explotara la bomba. Dando un gran salto impulsado por la velocidad cayo en medio del lago abrazando la bomba. En ese instante, el explosivo  detonó de gran manera. Evitando una tragedia el agua comenzó a caer como lluvia sobre el lugar

Media hora después de la explosión. llegan al lugar periodistas y el detective Diego, quien encontró la máscara de Mercurio carbonizada. Al mostrarla a los periodistas, hubo silencio y fue inevitable que las lágrimas salieran. Diego, mirando las cámaras con dolor, dijo:

—¿Ya están felices? Miserables, mataron a lo mejor que hemos tenido en años en esta ciudad podrida.

Al otro lado del lugar David camina entre la maleza con toda su ropa rota y quemada, intentando que nadie lo vea para que no descubran su identidad. Caminaba por un camino despejado, herido gravemente. Incluso con su nivel de regeneración, le tomará tiempo regenerar todo, no por el tamaño de las heridas, sino por la cantidad tan grande que tiene en su cuerpo. Repentinamente cae al suelo y dos hombres lo encuentran. Mirándolo fijamente, lo despertaron.

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