—¿Ahora que les pasa?—piensa en voz alta el sujeto al que le tocó vigilar las cámaras.— ¿Porque están todas fuera de sus habitaciones?—
Se puede apreciar a través de las cámaras como corren de un lado hacia otro. Cómo tramando algo. Hasta que de repente frenan y entre ellas se ayudan. Una alcanza una silla, otra un martillo y la más alta, osea Alma, golpea una a una las cámaras hasta romperlas. Todo esto mientras las demás chicas observan.
El sujeto, preocupado, llama al hombre que volvía de despedir a Iván.
—¡Las hijas de put* están rompiendo las cámaras!—
—¿Que?—se sorprende el hombre.—Activa los maldit*s collares y problema resuelto.—
—¿Crees que no lo habría hecho si tuviera el control remoto?—señala el sujeto.—El imbécil de Antonio tenía la tablet y todavía no volvió con ella. Solo dios sabe dónde está.—
—¡Ese idiot*! ¿Porque no llevo un control de corto alcance?—
Cuestiona el hombre, para continuar buscando, en el escritorio de Iván, más de esos controles. De la misma clase que le entregaron a Marco, cuando se llevó a "Marta".
—¡Aquí hay más!—exclama el sujeto.
—Tomen varios—ordena al resto de los hombres de Iván que ingresan a la oficina.—Las afortunadas que lleven el collar serán las sobrevivientes. Al resto, las convertiremos en ejemplo.—
—Despues de hoy no tendrán valor para hacer otro berrinche en su vida.—
Y así, con varios controles en su poder, se dirigen al piso dónde ellas se encontraban.
Al abrirse la puerta del ascensor, los recibe una luz tenue. Y, como almas en pena, se asoman las chicas. Saliendo de sus habitaciones hacía el pasillo.
Los hombres avanzan confiados, oprimiendo los botones. Al darse cuenta, se detienen. Se puede apreciar el sonido de la descarga, pero no el grito de dolor que suele acompañarlo.
Las chicas no vuelven a su habitación, por el contrario, todas salieron al pasillo. Todas con armas improvisadas. Vidrios rotos, botellas rotas, pedazos de sillas que rompieron, herramientas que encontraron.
Su mirada, que antes reflejaba miedo, ahora está tomada por la ira. Ahora solo quieren venganza, aunque podrían perder la vida en el proceso.
Ellos siguen presionando los botones, esperando que alguna lleve el collar puesto. Pero todo sigue igual. Se oye la descarga, no el grito.
Al final del pasillo, apoyada contra la pared, está Alma. Jugando con su collar.
—¿Saben que pasa cuando alguien no tiene nada que perder?—pregunta ella.
Arroja su collar a un montículo, dónde se encuentran los demás.
—Es capaz de enfrentarse al mismo diablo, porque ya no le teme.—
Los hombres, al percatarse de su situación, intentan tomar sus armas. Pero les es imposible.
Las chicas, como un enjambre de abejas asesinas, se abalanza sobre ellos. Hiriendoles, golpeándole y causando tanto daño como pudieran.
Alma se abre paso entre la muchedumbre furiosa que ataca a los hombres, con un martillo en su mano. Una vez llega hasta ellos, comienza a golpearlos en la cabeza. Las chicas los sostienen.
Los golpea hasta que sus cabezas revientan. Salpicando su rostro con sangre, tiñendo su traje con ella.
Al llegar al último, se frena para bromear.
—Pense que a ustedes les gustaba hacerlo en grupo—
El sujeto intenta safarse del agarre, cuando Alma pasea el martillo por su rostro. Pero es demasiada gente sosteniéndolo. Comienza a llorar de miedo.
—¿Que pasa corazón? ¿Ya no es divertido?—
Y continúa golpeándolo hasta dejar su rostro irreconocible.
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TQF: "Te ame en tu otra Vida"
RandomCada familia es un mundo. Cada una tiene sus propios secretos. Pero apuesto a que ninguna como la de los Belova. ¿Podrás descubrirlos? La Familia Belova es poderosa, más de lo que siquiera se pudiera imaginar. Manejan el mundo desde las sombras, a...