TQF: "Te ame en tu otra Vida"

31- "¿Puedes quedarte? II"

—Amor, despierta—susurra suavemente al oído de su novia.

Gise despierta, abriendo levemente sus ojos para observar a su novia con una mirada que nunca antes había visto. Una seriedad notoria. Cómo si hubiera tomado una determinación inconmovible.

—Cambiate, debemos irnos— vuelve a susurrar, para luego darle un tierno beso y terminar de despertarla.

Gisela obedece, con ayuda de Alma comienza a vestirse. Encienden la luz de la habitación y la morocha prepara un pequeño bolso. Con lo estrictamente necesario.

—¿A dónde vamos?— pregunta Gisela con una expectante curiosidad.

Alma se detiene. Recién se da cuenta. Jamás le preguntó a Gise su opinión. La minúscula posibilidad de que ella la dejé le rompe el corazón. Traga saliva y, con una forzada sonrisa, responde:

—Pense que después de todo lo que te sucedió querrías unas vacaciones.—

A Gisela está respuesta no termina de convencerla, pero elige creer en su novia.

—Tenes razón, quiero irme lejos. Donde mí padre no me encuentre.—

—Que bueno. Porque saldremos del país.—asegura la morocha.

—¿Cómo?—se sorprende Gise—Si no tengo pasaporte.—

—No es necesario. Ya me encargaré de eso—

—Esta bien. ¿Cuando volveremos? ¿Una semana? ¿Un mes?—

Alma vuelve a tragar saliva. Sabe que no debe llevarla sin avisarle. Con sus manos temblorosas le aclara.

—Yo no creo volver a este país.—

Aunque Gise se sorprende por la declaración, aclara la inquietud de su novia al preguntar:

—¿Puedo llevar el celular que me regalaste? Parece que será un viaje largo—

—Si, por supuesto.—asiente Alma—¿Tienes más preguntas?—

—¿Mí madre sabe?—

—Si, por su seguridad no dije dónde iríamos. Pero estará bien, le entregué las escrituras de su edificio. Jamás le faltará nada, solo cobrando los alquileres.—

—Mi madre también me vendió—Asegura Gisela con lágrimas en sus ojos.

—No fue mí intención, es solo que no quería que te preocupadas por ella cuando...—

Gisela seca sus lágrimas e interrumpe a la morocha.

—Al menos esta vez fuiste tu quien me compró.—

Alma solo puede abrazarla y disculparse. Gise solo puede agregar.

—No es culpa tuya. Simplemente no tuve suerte con los padres que me tocaron.—

—Te prometo que tu suerte cambiará desde ahora. Porque no voy a dejarte.—

La morocha continúa consolando a su novia, cuando son interrumpidas por Maurizio.

—Es hora de irnos. Tu hermano salió antes con Iván, solo quedamos nosotros aquí.—

—¿A dónde lo llevará?—

—No lo sé, y para colmo tiene la maldita costumbre de no contestar. —reprocha el padre de Lucio, cuando el celular lo envía al buzón de voz.—bajen primero. Resolveré todo aquí y luego me iré en el auto.—

—Esta bien. Iremos en mí motocicleta.—

Maurizio asiente, al mismo tiempo que continúa intentando comunicarse con su hijo.

Gise toma su casco blanco. Alma el negro y el bolso que armó con la mano izquierda. Con la derecha toma la mano de su novia y se dirigen a la salida.

Suben ambas a la motocicleta, logran salir del edificio cuando Alma recibe una llamada. Una inesperada.

—Hola—contesta la morocha.

—Julieta Paz, tanto tiempo.—le contestan en ruso.

Alma frena en seco su motocicleta, la estaciona frente a la salida del estacionamiento. Baja de ella y se aleja de su novia para poder hablar en comodidad.

—Pietro Zubkov, ¿A qué debo está inesperada sorpresa?— contesta en el mismo idioma.

"Los rusos" "Si ellos llaman no debe ser bueno" piensa la morocha.