Samantha
Mi espalda se presiona contra el colchón y mis uñas se entierran en su piel, jadee cerrando los ojos.
Me mordí el labio inferior, me sentía aturdida por la ola del orgasmo que se aproximaba, mi cuerpo tembló y grite. Él me embistió una y otra vez con intensidad, gemí y abrí mis labios sobre su hombro y lo mordí para ahogar otro grito de placer.
Nuestra piel brillaba por el sudor, jadeamos con fuerza y él me penetró rítmicamente sin descanso.
Grite y me aferre a sus brazos, mierda, se sentía increíble.
— Hacerlo contigo siempre será tan bueno, haces que me vuelva loco por ti.
— ¿Sí?— pregunté jadeando.
— Si, te amo tanto, Dios, no te imaginas lo que me haces sentir cada vez que estoy dentro de ti.
Cerré las piernas alrededor de su espalda y hundí mis dedos entre su pelo y con la otra mano me agarre de su cuello tratando de controlar los temblores de mi cuerpo, el calor me inundó y sentí como el orgasmos me sacudía por completo, grite otra vez y me corrí.
— Carajo — dije sin aliento, Darren también se corrió y se quedó tendido con todo su peso sobre mí, su polla aún estaba adentro. Lo abrace y bese su hombro — Te amo — dije y cerré los ojos, dejándome seducir por esa sensación tan entrañable y única.
A eso de las once de la mañana estábamos en la cocina, Darren estaba revisando su mail en el desayunador y contestando llamadas al tiempo en que yo preparaba el desayuno, estaba de espalda a él preparando las tostadas con aguacate mientras oía la conversación que tenía a través de su móvil. El tono de voz que empleaba era totalmente distinto a lo que usaba conmigo, su voz sonaba autoritaria y hasta algo temible, tener a Darren como jefe en realidad no sería tan agradable sino un gran dolor de cabeza. Pero gracias a los cielos, yo era la esposa y no tenía que lidiar con ese lado suyo.
De repente, me nació una enorme necesidad de verlo, por lo que me giré y lo contemplé en silencio. Traía puesta una jersey básica blanca y unos jogging gris claro, su ceño estaba fruncido y de vez en cuando negaba con la cabeza como si algo le molestará realmente. Sonreí y me di cuenta de lo mucho que lo amaba y lo mucho que disfrutaba tenerlo conmigo.
— ¿Sabes lo serio que te vuelves cuando estás trabajando? Das hasta miedo — comenté, y me volví a girar para terminar de preparar el desayuno.
— Estoy rodeado de gente incompetente en el trabajo, es agotador tener que decir las cosas miles de veces para después tener un resultado totalmente distinto a lo que deseo.
— Me dijo Lily que despediste a mucha gente.
— Si, creo que tengo que hacer una limpieza en todas las áreas de las compañías o me volveré loco.
— ¿Tu padre que dice al respecto?
— Él es demasiado pasivo, quiere que lo tome con calma, pero yo no soy ni un poco de paciente de lo que es él. Ni siquiera sé cómo logra mantener la calma de esa forma, nunca lo oí gritar y aun así es muy bueno resolviendo las cosas.
— No necesitas gritar para resolver las cosas, tu padre tiene razón, tienes que tomarte las cosas con calma. Vas a envejecer muy rápido, sin mencionar que eres una persona caucásica. Existe un estudio sobre las personas caucásico y de hecho envejecen más rápido, por lo tanto, sumado a ese intenso ceño fruncido que tienes y tú continuo malhumor podrías envejecer el doble de rápido — expliqué, lavando al mismo tiempo los tomates Cherry.
— Vaya — respondió en un tono ausente, estaba leyendo algo en su mail mientras ladeaba la cabeza. En realidad, no me estaba prestando atención.
— Así que deberías mantener la calma, ¿No crees?
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Por Siempre Darren #4
RomanceSAGA DARREN (LIBRO 4) Déjame contarte una parte más de la historia de dos personas que se aman apasionadamente o mejor dicho... la historia final de un comienzo.