Por Siempre Darren #4

Capítulo 7

Samantha

El día de hoy fue tan largo que pensé que nunca terminaría, tuve tres entrevistas con dos ex agentes de Margot en su comienzo como artista y también entreviste al dueño de una galería dónde ella exhibió sus primeros cuadros. Aunque debo mencionar que la satisfacción de saber que el libro bibliográfico de Margot está muy bien encaminado y tengo la esperanza de terminarla antes de lo previsto, lo que significa que podría volver a Seattle mucho antes.

El día de hoy fue largo y agotador, pero llegar a la casa y encontrar a Darren cocinando fue una felicidad que persistirá a lo largo de estos años en mis recuerdos. Al verlo ahí la sonrisa en mis labios fue instantánea.

Perrito se encargó de anunciar mi llegada, comenzó a ladrar como loco, me recibió como si en todo el día estuviera sentado en la puerta esperando escucharme introducir la llave y una vez que entre comenzó a dar vueltas alrededor de mí, mostrándose alegre por mi regreso a casa.

— Oh por Dios, ¿Por qué eres tan escandaloso, Perrito? Mamá ya está en casa, ya no se irá en ninguna parte por hoy — anuncié, mientras que él se ponía en dos patas para alcanzarme — Eres tan lindo, puedes amarme con tranquilidad porque yo también te amo — le hice saber con una sonrisa.

Le acaricie la cabeza y lo abrace para darle calor, hace unos días atrás llegaba a casa y en lo único con el que me encontraba era el silencio y la soledad, ahora Perrito había terminado con eso y celebraba mi llegada como si el mundo fuera finalmente libre del calentamiento global.

Darren sonrió al ver la escena entre Perrito y yo, luego se volvió hacia lo que estaba haciendo y yo me acerque a él para abrazarlo por detrás, le besé en la espalda y le rodee la cintura aferrándome a él.

— Hola.

— Hola.

— ¿Que hacéis?

— La cena. Y antes de encender tu alarma y rechazar comer lo que estoy preparando te diré que estuve aprendiendo a cocinar esas dos semanas que estuvimos separados, mi profesor es un chef muy famoso. Por lo tanto, Señora Li, tú serás la primera persona que va a degustar mi exquisitez.

— Oh, vaya, me siento muy halagada — comenté al tiempo en que me colocaba en un costado cerca de él para ver bien lo que estaba haciendo — Aunque debo mencionar que ya es bastante halagador probar otras exquisitez tuyo, joven Li.

— La alumna superando al maestro — respondió y alcanzó mi boca con el suyo para darme un beso suave y húmedo.

— Vaya que si — dije y registré con la mirada lo que estaba haciendo — Debo decir que estoy dispuesta a comer cualquier cosa que cocines por más nauseabundo que fuera, ya que no podría estar más feliz de tenerte acá conmigo — agregué rodeando su cintura con los brazos — ¿Qué es exactamente todo esto que estás haciendo?— pregunté, debo mencionar el gran desastre que había en la cocina, pero como dije yo estoy profundamente enamorada y feliz que esas cosas me parecían insignificante y no me molestaba para nada.

— Macarrones con espinacas y jamón — respondió orgulloso, yo solo pensé que para preparar ese plato no hacía falta poner de cabeza la cocina, sin embargo, ese comentario lo guarde para mí misma y me limite a mostrarle una sonrisa de apoyo y a alentarlo.

— Es increíble que hayas estado haciendo un curso de cocina, ¿Por qué no me dijiste antes?— solté, abriendo una botella de vino blanco para acompañar la cena.

— Quería sorprenderte.

— Y vaya que estoy sorprendida, porque eso tiene muy buena pinta — dije, lo cual era verdad.