Capítulo 17

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Samantha

Seattle.

— Hogar, dulce hogar — dije entrando en la casa, contemplado al mismo tiempo a mi alrededor. Todo está exactamente como la última vez que estuve acá antes de ir a Australia.

— Se que odias está casa — comentó Darren parándose a mi lado.

Mi memoria se rebobina en el día en que le confesé que está casa no se sentía como mi hogar, que más bien parecía un hotel, sin embargo, al estar nuevamente acá mi percepción cambia totalmente y lo que antes parecía una casa sin alma, ahora es un hogar que calienta mí corazón y me siento feliz estar de regreso, hasta puedo discernir su olor, el olor a mi hogar.

— No lo odio — lo interrumpí, arqueó una de sus cejas en un modo insinuante — De hecho, siento que estoy en mi hogar y lo echaba de menos.

— ¿De verdad? Pensé que lo odiabas — se sorprendió, pude ver un destello de felicidad en sus ojos verdes al oír mi respuesta.

— También pensé eso, pensé que no se sentía como mi casa, pero estar otra vez acá me hace sentir diferente, es mi casa, nuestro hogar y estoy feliz de estar de regreso.

— Pero puedes cambiar los muebles si así deseas, comprar los muebles de tus gustos, si quieres puedo contactar mañana con la diseñadora interiores y hacer con ella los cambios que tú quieras.

—No cambiaré los muebles ni nada de eso, me encanta como está, me encanta que hayas elegido los muebles pensando en mí, porque lo hiciste pensando en mí, ¿Cierto?

— Tomo un vaso de agua pensando en ti, SamSam — respondió como si aquello me diera la respuesta a todo.

Me reí inhalando un bocanada de aire.

Si, estoy en mi casa, me dije a mí misma. Y caminar por esta casa me hace sentir como un aristócrata atemporal, una casa con estilo sutil de lujo discreto. Una casa que muestra prestigio, riqueza y estatus social, un mundo desconocido para mí, pero del que ahora soy parte.

La primera semana en esta casa me sentí extraña, lo veía tan sofisticada, tan grande y lujosa que no me sentía parte de ello, pero al estar nuevamente acá después de dos meses se siente completamente diferente. Se que estoy en mi casa y la tranquilidad que eso me genera es envolvente, no creí que lo echaría de menos hasta que entre por la puerta y mire a mi alrededor.

— Además, tu gusto es espectacular — observé recorriendo la casa como si fuera la primera vez.

Crucé el recibidor donde una pintura italiana se exhibe, la vergüenza me invadió cuando ni siquiera reconocí al artista.

Observé la enorme sala de estar con su estilo antiguo que combina con los adornos modernos, en medio de todo había un enorme sofá en forma de U BLOOM de color blanco con un estilo elegante y contemporáneo, luego una mesa de centro antigua hecha de madera, cortinas de terciopelo que cubre las enormes ventanas en forma de arco, la alfombra beige tejida a mano transmitía una elegancia sublime y uno de mis favoritos es el estante de libros que empieza desde el suelo hasta el techo, una librería maciza con un sinfín de volúmenes que me roba el aliento cada vez que lo miro, me acerque a la ventana y levanté un poco la cortina para ver el inmenso jardín perfectamente cuidada.

Está amaneciendo y el paisaje se ve increíble. Seguí caminando en dirección a la cocina, con Darren siguiéndome muy de cerca.

Cruce por el comedor que estaba iluminado por una lámpara de araña, la mesa del comedor da un toque romántica a la casa, el juego de mesa y sillas estilo francés de color blanco son elegantes y sencilla. Pase los dedos por el respaldo de la silla con asiento acolchonado, se siente suave y delicada.

Por Siempre Darren #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora