Capítulo 14

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Darren

Me atragante con mi propia saliva y me reacomode en la cama, ella observó mi nerviosismo y rápidamente descubrió lo que estaba pasando.

— Vaya — soltó sentándose en la cama sin quitarme la vista — No quieres estar acá — concluyó como si hubiera descubierto algo sorprendente.

— No es que no quiera estar acá contigo — comencé a explicarme, me senté a su lado y antes de seguir hablando exhale una bocanada de aire — Sam, lo que pasa es que las cosas en el Grupo Li son algo complicadas.

— ¿Qué quieres decir? Explícame, por favor — me pidió y lo hice.

Le conté todo lo que estaba pasando y de lo que podría ocurrir si me quedo en Australia, que por más que amaba estar con ella no podía seguir quedando más tiempo y si lo hacía tenía que renunciar a mi puesto en la presidencia.

— Tu abuelo es un loco controlador, siento referirme así de él ya que lastimosamente ya no está con nosotros en este mundo, aunque algo me dice que posiblemente yo no le caería nada bien si me hubiera conocido — agregó pensativa y luego sacudió la cabeza como si tratará de apartar esos pensamientos de su cabeza y volvió a enfocarse en lo que tenía para decir, suspiró profundamente y añadió — Lo que quiero decir es que aun estando muerto puede seguir controlando a su familia gracias a esas reglas tontas que dejó.

— A él le gusta tener bajo control las cosas, en realidad no lo hace por ser un viejo malvado o algo así, solo son unas reglas especiales para una mejor organización — intenté defender a mi difunto abuelo, a quien siempre le entregué mi lealtad sin dudar.

— Ya veo — dijo y se quedó pensando durante un instante, como si dudara de haber entendido bien mis palabras o simplemente estaba muy molesta como para decir algo más, me preocupé al instante y muy inquieto le pregunté.

—¿Sam?¿Estás muy molesta por haberte ocultado durante todo este tiempo?

— No, no estoy molesta.

— ¿Entonces que pasa?¿Por qué no dices nada más?

— Creo que no hay nada que pueda decir excepto que no te quiero acá conmigo, no con esas condiciones, no si me odiaras en el futuro por haberte obligado a renunciar a algo que siempre deseaste tener. No hay nada que discutir sobre esto, tu volverás a Seattle — respondió con actitud tranquila, aunque en sus ojos se acumulaban las lágrimas.

— Sam.

— Deberías haberme dicho desde el principio, ¿Por qué me lo ocultaste? ¿Por qué decidiste quedarte conmigo si estaba en riesgo tu puesto? ¿De verdad serías capaz de renunciar a algo que siempre quisiste solo por mí?

— Si — respondí sin tapujos — Soy capaz de renunciar a esto y a cualquier otra cosa por ti.

Sus ojos me atravesaron y por un instante vi algo muy intenso en ellos, que acabó convirtiéndose en nada, simplemente dejó salir una sonrisa de incredulidad.

— No hagas eso.

— ¿Que?

— No renuncies a nada por mí, yo no sería capaz de abandonar lo que deseo por ti.

— No es cierto — replique, ella arqueó una ceja y me dio lugar para que me explique — Fuiste capaz de poner a un lado tu sueño de convertirte en madre por mi — le refresque la memoria.

En su rostro se podía ver que aquello le causaba conflicto o gracia. Negó con la cabeza y se tumbó en la cama boca arriba.

— Supongo que estamos locos — concluyó con un suspiro, me tumbé a su lado y la envolví con mis brazos — Honestamente esto de la relación a distancia lo odió profundamente y ni siquiera quiero pensar en ello porque me dan ganas de llorar, pero no quiero que renuncies a nada. Hacer algo por nosotros mismos egoístamente es otra forma de amar a la otra persona, piensa en ti mismo y en lo que quieres hacer, se feliz contigo mismo para que puedas hacerme feliz. No quiero estar casada con un hombre malhumorado que renunció a su sueño por mi culpa, solo haz lo que quieras hacer y se feliz, es lo que quiero, ¿Sí?

Por Siempre Darren #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora