Capítulo 6

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Samantha

Me puse de rodillas, le bajé el chándal seguido de su bóxer y levanté la mirada en su rostro lujurioso, con una mano acaricié su dura y palpitante polla, su reacción al sentir mi tacto fue de deseo absoluto.

Lo masturbé con una mano y luego metí la punta en la boca, él dejó escapar un sonido de excitación y entonces con mi lengua recorrí su polla desde la base hasta la punta una y otra vez, hasta que lo metí entera en la boca hasta donde pude, él soltó un suspiro y ví en su rostro la satisfacción y el deseo de estar dentro de mi boca.

Empecé a subir y abajar, él me cogió de la cabeza e hizo que el movimiento de cabeza fueran más rápido y así follar mi boca cada vez más profundo.

Se lo chupé por un rato, succionando su polla. Luego él volvió a tomar riendas y con sus manos en mi cabeza me guío, abrí la boca y su polla comenzó a entrar y a salir de mí, dejando rastros de salivas, después con una mano le masturbé mientras le chupaba las bolas. Lo mire desde abajo y vi su rostro llenó de placer, eso me volvió loca y comencé a hacerlo como si mi vida dependiera de ello, quería darle el máximo placer y por el sonido que soltaba podía asegurar que lo estaba consiguiendo.

He logrado muchas veces meter toda su polla en mi boca, pero también hay veces que llegó solo hasta la mitad, sin embargo, ahora estaba tan excitada y poseída por la lujuria que lo introduje por completo, su polla estaba llena de mi saliva y se resbaló en mi boca con facilidad.

— Carajo...Sam...

Cuando lo volví a sacar un hilo grueso de saliva unió la punta de su polla con mi boca, lo volví a chupar a lamer y a succionar hasta que las primeras gotas de semen comenzaron a salir, me acomodé el cabello a un lado, decidida a hacerlo explotar de placer. Entonces me puse a chupar y a masturbarlo una y otra vez.

— Sam — su voz sonaba rasposa, gruesa y entrecortado — Me voy a correr.

Y después de un rato se corrió, me tragué cada gota de su semen, cuando me incorporé junto a él me cogió con fuerza de la cintura, me levantó del piso y me sentó sobre la mesa.

— ¿Te gustó?— pregunté adoptando una voz dulce e inocente, sus ojos estaban encendidos por la llama del placer y el deseo.

— Me volverás loco. No tienes idea de cuánto te necesito.

— Tomaré eso como un — dije y lo atraje a mí, rodeé su cuello con mis brazos para unir nuestros labios en un beso profundo y húmedo.

Mientras nos besamos con intensidad yo acaricie su cuello y tire de su pelo, gemí en su boca y lo mire a los ojos, sus manos acariciaron mis muslos y sus dedos se enterraron en mi piel.

Luego, sin apartar la mirada penetrante de mi rostro levantó mi camisón y yo levanté los brazos para sacarme y quedar solo con mi braga de color violeta. Con sus dedos largos agarro la tira de mi braga y lo deslizó por mis piernas, después inclinó la cabeza y beso mis muslos, dejando besos húmedos y ruidosos sobre mi piel desnuda.

Solo de ver sus ojos verdes profundos llenos de intenciones perversas supe lo que quería hacer y lo que esperaba que yo hiciera, así que me abrí de piernas y apoye los pies sobre la mesa, ofreciéndome a él con total plenitud.

Con su pulgar acarició suavemente mis labios vaginales, sintiendo mi humedad, dejó salir un sonido de satisfacción cuando comprobó mi mojado coño, yo me mordí el labio inferior y dejé escapar un gemido suave.

— Tienes el coño tan perfecto, SamSam.

— ¿Sí?

— Es perfecto, tan hermoso que no dejó de pensar en ello.

Por Siempre Darren #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora