17

634 73 1
                                    


—Estoy castigado de por vida. Mi papá llegó ayer de Los Ángeles hecho una furia y mi papá Gun me quitó el auto, las llaves de la moto y los permisos. No puedo ir a ningún lado, más que a la escuela y de vuelta.

—¿Qué esperabas? ¿Qué te recibirán con besos como hizo Fourth? Él te ama y te puede perdonar todo, pero asustaste a tus padres y a Khao, Gemini. 

—Lo sé, Khao me pegó apenas me vio y después se fue ignorándome. No me habla desde hace tres días.

First asintió. Cuando encontró a Gemini, escondido en el mismo parque en que había ido con Fourth, no pensó que pelearía con él para que volviera a su casa, ni que terminarían todos rasguñados y molidos como habían terminado. Su idea era simplemente hablar y tratar de convencerlo. 

Hasta que el lobo lo retó y él aceptó gustoso. Por varias razones: (1) Fourth estaba a nada de entrar en depresión y eso podría llevarlo a la muerte si su Alfa no regresaba a su lado, (2) Khao cada día que pasaba lloraba más, su lobo había estado dominándolo por toda la semana, ni siquiera fue a clases y se mantenía en la entrada de su hogar esperándolo, (3) los padres Norawit no estaban durmiendo en lo absoluto y (4) quería romperle la cara por lastimar a Fourth de esa forma.  

Muchas veces, Gemini prometió que no lo haría, que cuidaría de él siempre porque lo amaba y él ciegamente le creyó y aceptó tenerlo junto a su hermano siempre. Ahora no estaba seguro de ello en lo absoluto. Así que aceptó el duelo gustoso. No ganó ninguno, pero los rasguños fueron suficientes para que Gemini cediera y volviera con él ese mismo día.

Lo arrastró prácticamente del brazo hasta su casa porque necesitaba que Fourth lo viera y dejara de odiarse por lo que pasó. Necesitaba que Fourth entendiera que Gemini estaba vivo, algo débil por la falta de comida y agua, pero vivo. Él solo quería recuperar a su hermano de alguna forma posible y qué mejor que llevarle al Alfa hasta la puerta de su casa.

—Lamento haberle fallado a Fourth —habló Gemini después de un largo silencio entre ellos—. Y a ti también. Yo prometí que nunca le haría daño y mira lo que hice.

—Por mí no te preocupes, preocúpate por Fourth. Pasó toda la semana encerrado llorando, apenas salía a comer con nosotros. Y no sé si te diste cuenta, pero está mucho más delgado que antes, Gemini.

—Lo noté —respondió bajando la mirada a sus hojas en la mesa de la cafetería de la empresa en la que se encontraban dando sus prácticas—. Y me preocupa que siga así, por eso quiero llevarlo a comer, pero ni siquiera puedo salir de mi casa solo.

First lo miró. Gemini había perdido todos los permisos que alguna vez tuvo por haberse ido sin decir nada y él no sabía si ayudarle o simplemente dejarlo sufrir como Fourth sufrió. No sabía si debía convencer a los padres Lee de dejarlo salir con el pretexto de comer todos juntos.

Él solo no quería ver a Fourth triste nunca más.

—Hablaré con Khao —fue lo último que dijo antes de levantarse e irse, dejando al otro Alfa un poco perdido. 

...

El Alfa que odio, ¿es mi Alfa? | Geminifourth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora