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—Disque lo odiaba.

—Más bien creo que siempre le ha gustado.

—Igual y todos sabíamos que terminaron juntos.

—Ni siquiera se merece que Gemini lo mire, es tan idiota.

—Gemini debería salir con alguien de su edad, no con un chiquillo que acaba de cumplir 17 años.

—Yo creo que hacen linda pareja —había interrumpido su escucha de aquella mesa no tan alejada de ellos para que su cachetón amigo dejara de liberar feromonas tristes. Khao lo miraba atentamente mientras le sonreía, pero Fourth sentía que eso no era suficiente.

Porque siempre estaba peleando con Gemini, en todo momento, quejándose de él por siempre marcarlo con su aroma, y ahora resulta que ambos se quieren y que son Alfa y Omega. Eso nadie se lo creía, mucho menos los Omegas que lo odiaban y los Alfas que lo deseaban. Y quizás estaba siendo muy obvio con su sentimiento porque más de un Alfa lo miraba con la intención de querer acercarse para abrazarlo, pero se detenían al conocer a Gemini. 

Khao no sabía qué más hacer para ayudar a su amigo.

—Fourthie —volvió a hablar Khao cuando vio cómo los ojitos azules de su amigo Omega se llenaban de lágrimas poco a poco—. No llores, Fourthie, si Gemini se entera que...

—¡¿Qué le están haciendo a Fourth ahora?! —se escuchó el grito desde la entrada de la cafetería de la escuela. 

—Lloraste... va a matarlos a todos... —dijo, pero obviamente era muy tarde para eso porque Lee Gemini estaba más que enojado escuchando los murmullos dirigidos hacia el lindo Omega que lo odiaba. 

Sin detenerse a tratar de entender el punto de los demás, llegó a donde estaba Fourth y se sentó a su lado, acariciando sus hermosos cabellos castaños mientras lo abrazaba. Fourth solo podía sentirse peor que antes. Todos los miraban, murmuraban y hasta los señalaban como si acabaran de cometer algún delito o infidelidad, como si Fourth hubiese engañado a su Alfa y Gemini a su Omega. Realmente se sentía así ahora. 

Así que lo empujó y salió corriendo de la cafetería. No se quedaría ni un solo instante más ahí, no podía. Se culpaba por siempre pelear con el Alfa, por que ahora nadie los quisiera ver juntos. Porque su vida escolar estaba llena de discusiones en que Fourth le exigía no abrazarlo o cuando se peleaban a gritos en los pasillos porque Gemini corría a sus compañeros de su lado, aun si fueran Betas. 

Entendía a sus compañeros. O al menos lo intentaba. 

Llamó a su hermano mayor para saber si se encontraba libre y si podría ir por él. First ni siquiera necesitó preguntar la razón; llegó por él en menos de dos minutos. Fourth solo se lanzó a sus brazos llorando, aferrándose a su hermano como si este fuera su Alfa, como si él buscara convencer a su Omega que este Alfa también podía cuidarlo y que olvidarse de Gemini era lo mejor. 

Qué más daba ahora. Nadie los quería juntos. 

—Ya, tranquilo, estarás bien, siempre estás bien —dijo su hermano sin intención de soltarlo. El lindo Omega que tenía por hermano podía verse muy lindo y débil, pero él lo conocía mejor que nadie y sabía que antes de lo que todos esperaban, él estaría sonriendo como siempre. 

Solo esperaba no equivocarse en ello.

...

El Alfa que odio, ¿es mi Alfa? | Geminifourth Donde viven las historias. Descúbrelo ahora