—¿Y a qué hora es esa fiesta?.Mascullo contra mi almohada. El peso de Tom descansa encima de mí, sobre mi espalda; la tela de su píllama se aprieta contra mi piel desnuda, su pelo me hace cosquillas en un lado de la cara. Me echo a reír, forcejeando para escapar, pero solo consigo animarlo más.
—Mmm. Pesas un montón. ¿Es que llevas ladrillos en el cuerpo? Quítate de encima, anda.
—Es que estás muy calientita.
Gimotea.
—Y tus chichis blanditas y más grandes. Y hueles muy bien. A mujer, a sexo y a mí. Pero si me quitaré por qué a plantaré a mi bebé.
Me coloca la mano en el vientre, pues no quita la idea de que estoy de encargo, sin duda cuando se valla me are el test para sacar mi duda y la de él y la de todos.Comienza hacerme cosquillas,
implacable, hasta que me coloca boca arriba y se restriega sobre mí, pasándome el pulgar por el contorno de la boca.—La fiesta es a las siete.
Dice, y el peso presente en sus ojos cafés me indica que preferiría despojarse del pantalón a salir de esta cama
—Pasaré a buscarte e iremos juntos. Prometo no llegar tarde.
Se inclina y me besa. Emite un sonido a medio camino entre la satisfacción y el anhelo, y sé que se está prohibiendo a sí mismo dejarse llevar, a sabiendas de que ya habrá tiempo para eso. Después de trabajar.
Meto la mano bajo su chaqueta y le saco la camisa de tirantes de los pantalones, buscando su piel descaradamente. Recuesta su cabeza en mi vientre y suspira.
—Te oigo pensar.
Digo, repitiendo la frase que me ha dicho él al menos una docena de veces.
—¿Te estás preguntando cuánto tiempo tengo?.
Levanta su cabeza y me mira a los ojos. Suelta un gemido y sube deja caer la cabeza contra mi cuello.
—No, no es eso, de verdad no me preocupa que lo estés, al contrario me ilusiona mucho de verdad y daría lo que fuera por que de verdad estuvieras, así tendrías un motivo para jamás irte de mi lado, pero es que no puedo creerme que hubo un tiempo en que me levantaba y prácticamente salía por la puerta antes incluso de que me sonara el despertador. Ahora no quiero marcharme.
Enredo las manos en su pelo y le rasco levemente el cuero cabelludo.
Se esfuerza por no descargar todo su peso sobre mí, pero noto que a cada instante se relaja un poco más.
—Ich will dich nicht verlassen( no quiero dejarte).
Repite con voz un tanto aspera.
—Und ich möchte nicht, dass du mich verlässt.(Y no quiero que me dejes).
Clavo la vista en el techo, deseando grabar en mi memoria cada detalle de este momento , pues lo dijo con las palabras correctas para que yo pudiera entenderlas y lo que significan.
—Estoy deseando presumir de ti esta noche.
Dice, más animado, incorporándose sobre un codo y mirándome.
—Estoy deseando contarles a todo el mundo cómo te engañé para que me propusieras matrimonio. Pasaremos por alto el fastidioso detalle de que vas a dejarme muy pronto.
—Si escondes mi pasaporte, tendré que quedarme.
—Jajaja....¿Crees que no se me ha ocurrido? No te extrañes si vuelves a casa un día y ha desaparecido.
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Mein Heiliger ♰ (Tom Kaulitz)
FanficLas dos mejores amigas de Scarlett Jones han decidido celebrar su graduación de las chicas y a su amiga darle una monumental despedida ya que insiste en iniciar un nuevo camino y ese será el de dios. Ellas planean en llevarla ala ciudad del pecado...