Después de comer y cambiarme para el trabajo, salí a buscar a Ah-yi. Había quedado en recogerla en la dirección que me había enviado por mensaje. Caminé por las calles familiares hasta llegar a un vecindario tranquilo y cuidado, donde una pequeña casa bastante bonita destacaba entre las demás. Me detuve frente a ella, sintiéndome un poco nerviosa por alguna razón que no lograba entender.
Llamé a la puerta, y al cabo de unos segundos, se abrió con un suave chirrido. Una niña pequeña, de unos ocho o nueve años, apareció en el umbral. Tenía el pelo oscuro y brillante, y sus ojos grandes y curiosos me miraban con interés. Supuse de inmediato que era la hermana de Ah-yi.
–Hola –saludé, tratando de sonar lo más amigable posible–. Soy amiga de Ah-yi. ¿Está en casa?
La niña asintió con entusiasmo, su sonrisa era tan amable y adorable que me dejó un nudo en la garganta. Me recordó tanto a mi hermano... Hubo algo en su inocencia, en la manera en que su sonrisa iluminaba su rostro, que me hizo pensar en lo que podría haber llegado a ser mi hermano si las cosas hubieran sido diferentes.
Me quedé unos segundos mirándola, atrapada en un momento de nostalgia. Era como si viera una versión de mi hermano que nunca podría conocer, y ese pensamiento me llenó de una tristeza tan profunda que casi dolía. Estaba perdida en esa ensoñación, recordando la risa de mi hermano, sus pequeños gestos, cuando escuché pasos ligeros acercándose.
–¡Ah, aquí estás! –Ah-yi me sacó de mis pensamientos. Ella se acercó rápidamente, sus mejillas ligeramente sonrojadas, como si hubiera estado apurada–. Perdón por la espera, estaba terminando de arreglarme.
Sacudí la cabeza, tratando de despejar la tristeza que se había instalado en mi pecho, y le sonreí.
–No te preocupes, no he estado esperando mucho –me obligué a concentrarme en el presente, en la razón por la que estaba aquí–. ¿Lista para irnos?
Ah-yi asintió, despidiéndose de su hermana con un suave abrazo antes de salir conmigo. Mientras nos alejábamos, no pude evitar mirar una última vez a la pequeña, que me despidió con una tímida y cálida sonrisa. Esa imagen quedó grabada en mi mente, recordándome lo que había perdido y lo que nunca tendría. Pero por ahora, tenía que seguir adelante. Con Ah-yi a mi lado, nos dirigimos hacia el trabajo, dejando atrás la pequeña casa y los recuerdos que despertaba en mí.
Ese día de trabajo fue agotador. Desde el momento en que llegamos, la tienda estuvo llena de clientes, y parecía que no había un solo minuto de respiro. A pesar de que Ah-yi estaba allí para ayudarme, mi mente no podía concentrarse. Estaba atrapada en una maraña de pensamientos y preocupaciones: mi madre y su insistencia, el dinero que ya no tenía, la extraña mariposa que parecía seguirme y, por supuesto, el recuerdo persistente de mi hermano.
Cada vez que intentaba enfocarme en atender a los clientes, uno de esos pensamientos volvía a aparecer, arrastrándome lejos de la realidad. Era como si mi mente estuviera dividida en mil direcciones, incapaz de encontrar paz en ninguna de ellas. A veces, me descubría mirando fijamente un punto en la pared, tratando de reconectar con lo que estaba haciendo, mientras Ah-yi, con su acostumbrada timidez, intentaba hacerse cargo de los clientes por mí.
Afortunadamente, el día pasó más rápido de lo que esperaba. Cuando finalmente el señor Kim nos llamó para entregarnos los sobres con el dinero del día, sentí una oleada de alivio. Al recibir mi sobre, una pequeña parte de mi ansiedad se disipó, y con ella, parte de la carga que había llevado durante todo el turno. Al menos mañana tendría suficiente para comprar comida... y esa sola idea me permitió dejar de preocuparme tanto por el dinero, aunque fuera solo por un momento. Guardé el sobre en mi mochila con cuidado, asegurándome de que estuviera bien cerrado. Agradecí que el trabajo, a pesar de lo agotador que había sido, me diera esa pequeña seguridad económica, por lo menos por un día más.
![](https://img.wattpad.com/cover/343069220-288-k483983.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Angel [The Sound Of Magic]
Fanfiction❀ A N N A R A S U M A N A R A ❀ Desde la muerte de su hermano, Eun-yeong siente que no tiene nada más en la vida. Sus padres le echan la culpa de lo sucedido, sus profesores le exigen demasiado y, por si fuera poco, un hombre aparece por arte de mag...