El tiovivo giraba lentamente, como si el tiempo se hubiera detenido en ese instante. A mi alrededor, las luces parpadeaban de forma tenue, iluminando el parque abandonado con un aire nostálgico. Me aferré con una mano al caballo mientras mis pensamientos volaban al pasado. Recordé esos días lejanos en los que mis padres me llevaban de la mano a los parques de atracciones. Aunque nunca fui la niña favorita, en aquellos momentos sentía algo parecido al amor que siempre había buscado.
A medida que el tiovivo seguía girando, una mezcla de emociones me invadía. Pensaba en cómo el nacimiento de mi hermano había cambiado todo. La atención que alguna vez fue mía se desvió hacia él, pero no era resentimiento lo que sentía, sino una profunda melancolía. Mis padres habían encontrado una nueva razón para sonreír, y yo, poco a poco, había quedado a un lado. Pero cuando él se fue... todo lo que antes me faltaba regresó de una forma distorsionada. Ahora era el centro de atención, pero no de admiración ni cariño. Era el foco de culpa, de expectativas rotas, y me costaba mucho soportarlo.
Mientras el tiovivo daba vueltas, sentí una lágrima deslizarse por mi mejilla. Miré a Ri-eul, quien caminaba a mi lado, como si protegiera ese pequeño y efímero momento de paz. Mi sonrisa, aunque forzada, intentaba agradecerle. No sabía cómo explicarle lo que pasaba dentro de mí. Él, sin decir nada, parecía entenderlo todo. Tal vez por eso había insistido tanto en hacer que subiera al tiovivo, porque sabía que necesitaba recordar cómo era antes de todo.
El movimiento del carrusel era hipnótico, como si cada giro me invitara a dejar atrás mis preocupaciones, a olvidar la culpa que llevaba conmigo desde la muerte de mi hermano. ¿Era posible? ¿Podría realmente desprenderme de todo eso y empezar de nuevo? La voz de Ri-eul me sacó de mis pensamientos.
–Todo se siente más ligero cuando sueltas el peso que llevas dentro –dijo, sin dejar de caminar a mi lado–. Ver lo que otros quieren que veas solo trae más dolor.
Lo miré sin responder. Aún no estaba lista para soltarlo todo, pero había algo reconfortante en sus palabras, como si, de alguna manera, me estuviera enseñando que la magia no estaba en las palabras, sino en los momentos en que uno decide creer.
Y por un instante, quise creer.
–Uno solo ve lo que cree –comentó Ri-eul, con una serenidad que me hizo reflexionar–. ¿Recuerdas lo brillante que era el mundo cuando lo veías de pequeña? –subió al tiovivo con una simpleza y elegancia que me sorprendió–. Yo creía más en mí y sentía que era capaz de cualquier cosa –su mirada estaba fija en mí–. El futuro me parecía más emocionante que el presente –continuó, posicionándose frente a mí.
Ese comentario me hizo pensar en su infancia. ¿Cómo había sido para alguien tan soñador como él? ¿Había crecido rodeado de amor o había encontrado en su imaginación el refugio que le faltaba en la realidad?
–Incluso cuando el cielo estaba nublado, yo esperaba a que saliera el sol, siempre guardando en mi corazón los sueños que algún día se harían realidad –dijo con una sonrisa tranquila mientras se subía al caballito a mi izquierda.
–Yo siempre quería que llegara el futuro –me sinceré, con la vista baja–. Nunca supe qué esperar del presente.
–Sé que solo intentas huir –comentó Ri-eul con su habitual sonrisa, mientras sus ojos me observaban con una mezcla de comprensión y ternura.
Sentí que sus palabras atravesaban mis defensas, revelando lo que ya sabía, pero me negaba a admitir. Asentí lentamente, sintiendo un nudo en la garganta. Él tenía razón. Siempre huía, de mis recuerdos, de mis sentimientos, incluso de mi propio futuro.
–Quizá podamos recorrer juntos ese camino que tanto miedo te da –continuó suavemente, como si entendiera cada rincón de mi alma.
De repente, el poste del caballo comenzó a desvanecerse, y, de forma mágica, el corcel de madera cobró vida. Me aferré al caballo con fuerza mientras ambos, el de Ri-eul y el mío, comenzaban a elevarse, alejándonos del parque y de Ah-yi, que nos observaba sorprendida desde el suelo.
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Angel [The Sound Of Magic]
Fanfic❀ A N N A R A S U M A N A R A ❀ Desde la muerte de su hermano, Eun-yeong siente que no tiene nada más en la vida. Sus padres le echan la culpa de lo sucedido, sus profesores le exigen demasiado y, por si fuera poco, un hombre aparece por arte de mag...