Mi única medalla eres tú - Alonso Correa & Stefano Peschiera

P14 ¦¦ Próximo a las semifinales

¬ Teahupo'o; Tahití

Alonso ignoró el último mensaje de Stefano mientras recogía su maleta, la tabla de surf, y lo necesario para ir a la playa donde competería. Ese día se decidiría si llegaría a la final. Los cuartos de final ya eran un signo de status muy elevado para su papel de principiante, por lo que debía mantenerse enfocado en cada ola.

Ya encontrándose en la playa, sintió por instantes como su mente se iba y venia lentamente. Su oponente, Reo Inaba, parecía tener mayor control que él en ese momento, inquebrantable.

— "Relájate, Alonso... solo piensa como una simple salida cualquiera en el sur de Lima" 

Se dijo internamente a la par que cerro los ojos tratando de buscar aquella paz que lo había traído hasta donde se hallaba ahora. Su mente lo llevo instantáneamente a cuando salía con sus padres a las playas de Punta Hermosa cada fin de semana. 

Su mamá siempre cuidándolo con protector solar, su papá bajando algunas cosas del auto familiar, entre ellas, una de sus primeras tablas de surf. Todo le era sumamente similar.

— "Ma, ¿algún día crees que pueda representar al Perú?"

Pregunto aquel joven Alonso Correa con un entusiasmo el cual lo hacía único.

— "Mi amor, tú puedes ser capaz de todo, si te ves a futuro llevando los colores de nuestro país, no solo me harás la mamá más orgullosa, sino a millones de personas"

— "Pero ha de ser difícil o imposible" — se contradijo el jovenzuelo 

Su padre, un hombre siempre firme en su actitud, el cual había acabado con su labor de desempacar las cosas del auto se acerco a su joven hijo y le dijo:

— "Correa" — alzo su voz firmemente — "que son esas palabras de un miserable" 

Alonso esta vez, vio directamente a su padre. 

— "Nada es imposible, solo las personas que son envidiosas o nunca han logrado nada te dirán ello. Pero tú no eres parte de ese grupo, eres joven, eres apasionado y un soñador, puedes lograrlo" — recalcó su padre como se lo decía múltiples veces 

Su yo de joven poco a poco se iba desvaneciendo hasta regresarlo al presente donde con fuerza abrió sus ojos y en voz propia se respondió.

— "¡Si papá!" — murmuro, justo antes del inicio de la competencia

¬ Marsella

Mientras en la otra parte del mundo el cielo les daba el brillo del sol, donde se hallaba Stefano, este dijo adiós para dar paso a la luna reinante.  Si bien ya era tarde, Stefano no se resistió en ver la competencia de surf, a escondidas de sus compañeras con su celular y audífonos se puso atento a visualizar a su Campeón. 

Acostado en su cama era consiente que debía dormir para su competencia pero que sería solo verlo una hora, incluso había tomado una siesta anteriormente, por lo cual no se encontraba cansado totalmente.

De pronto escucho que el narrador del partido anunció la entrada de Alonso y su rival. Su cuerpo sintió un estallido de alegría al verlo salir con su tabla en dirección a la orilla. Aunque, algo lo mantenía en confusión, la respuesta de su mensaje. El mensaje que le había enviado seguía sin respuesta, y la ansiedad empezaba a crecer. ¿Estaría molesto? ¿Habría dicho algo equivocado?

Cada ola que Alonso tomaba parecía afectarlo a él también. Podía ver cómo su amigo luchaba por concentrarse, y eso lo inquietaba más. Capto por un instante la lucha de Alonso por tomar una ola en la cual impresionar a los jurados.