~ DESTINOS CRUZADOS ~ (Haitani x Emma)

VI. La fiesta en el Punto Álgido

La noche avanzaba con ritmo y energía en el salón de fiestas, que ahora estaba en su punto álgido. Las luces de neón y los efectos visuales daban un toque vibrante al ambiente. Los sonidos de la música electrónica mezclada con algunos clásicos del rock japonés llenaban el aire, creando una atmósfera electrizante. La pista de baile estaba abarrotada de gente, con una mezcla de miembros de diferentes pandillas bailando juntos, dejando de lado por un momento sus rivalidades.

Emma había vuelto a la pista, esta vez acompañada por Ran y Rindou, que estaban de buen humor y la estaban haciendo reír con sus bromas y movimientos divertidos. La combinación de su compañía y la música animada hacía que Emma se sintiera más viva que nunca. Ran, con su característico carisma, seguía sacándole sonrisas, mientras que Rindou se mantenía cerca, observando el entorno con atención.

En un rincón del salón, un grupo de personas que no pertenecían a las pandillas principales estaba haciendo su entrada. Entre ellos se encontraban algunos miembros de bandas menores y figuras destacadas de otras partes de Tokio. La atmósfera del lugar era como una explosión de colores y sonidos, y la llegada de estos nuevos invitados sólo añadía más energía a la fiesta.

Emma, en medio de una conversación animada con Ran y Rindou, notó a algunos de los nuevos invitados, entre ellos una figura particularmente conocida en el círculo de pandillas menores: el líder de una banda rival. No le prestó mucha atención, sin embargo, enfocándose en disfrutar del momento presente.

Draken estaba en una esquina, tratando de mantener una conversación casual con Rina mientras observaba la pista de baile. Sus ojos, sin embargo, no podían evitar seguir a Emma. Ella se movía con fluidez, entrelazada en una danza que parecía mezclar libertad con una especie de desafío. La veía disfrutar y reír con los Haitani, y eso lo hacía sentir un malestar que no podía ignorar.

Aunque estaba intentando mantener una apariencia despreocupada, su mirada se volvía hacia Emma cada pocos segundos. Rina, al notar la distracción de su novio, lo miró con curiosidad.

— Todo bien, Ken? — preguntó ella, poniendo una mano sobre su brazo.

— Sí, todo bien — respondió Draken, forzando una sonrisa — Solo estaba pensando en algunas cosas —

Mientras Draken trataba de concentrarse en Rina, un grupo de miembros de Toman se acercó a él. Eran amigos y compañeros, que estaban claramente interesados en la atmósfera de la fiesta y en lo que estaba sucediendo.

— Hey, Draken — saludó uno de ellos, Hiromu, con una sonrisa — Te estás divirtiendo? —

Draken asintió, aunque su mente seguía distraída — Sí, claro. Solo disfrutando un poco —

Uno de los miembros de la Toman, que había estado observando a Emma con los Haitani, no pudo contenerse y comentó en voz baja para que sólo Draken lo escuchara.

— Oye, has visto a Emma? Está muy cerca de los Haitani. No te preocupa eso? —

Draken frunció el ceño, pero no quiso mostrar su preocupación — Está en una fiesta, no? Deja que se divierta —

Mientras tanto, Emma, después de una serie de bailes y charlas, se encontró en la terraza del lugar, buscando un respiro del bullicio interior. Ran y Rindou la siguieron, y el ambiente allí era más tranquilo, con una vista impresionante de las luces de la ciudad.

— Sabes, me alegra que hayas venido a esta fiesta — dijo Ran, mirando hacia el horizonte

Emma sonrió, sintiéndose agradecida por la compañía — Yo también. Gracias por invitarme a bailar. Ha sido una noche increíble —