Capitulo 21

9 0 0
                                    

Perspectiva de Sohee

Miré a esos dos que vencieron a los hologramas tan fácilmente. "No... no, no es posible. ¿Cómo pudieron avanzar tan rápido...?" Me mordí los labios de desesperación.

—Creo que deberías poner el nivel 10, ¿no es así, Sohee?

Fruncí el ceño con ese comentario. Miré el panel de control y comencé a ajustar algunas opciones. Apareció la opción de continuar con la última ronda; la seleccioné de mala gana, pero...

"¿Uhmm... por qué no funciona?"

Famtom, que estaba esperando que activara el nivel, me preguntó tranquilamente si todo estaba bien.

—¿Pasa algo, Sohee?

—El panel de control no responde.

Me giré para ver a Famtom, pero un sonido de alarma resonó. Rápidamente miré hacia el panel de control, que se puso de un rojo intenso. Comencé a teclear comandos, pero todos arrojaban "Acceso denegado".

"Imposible, alguien hackeó el sistema del búnker... pero ¿cómo? Nadie ha podido hacer esto antes."

Puse una expresión de preocupación, mordí mis labios y miré al frente, intentando pensar con claridad. "¿Qué puedo hacer...? Piensa... piensa... el sistema de control ha sido completamente hackeado y no se puede usar ningún comando... ¡Ya sé! Cambiaré la configuración del panel de forma externa."

Rápidamente, saqué algunas herramientas de mi bolsillo de color café, me agaché debajo del panel de control y rompí la parte metálica. Vi un monitor allí. Conecté un cable a mi tableta y logré acceder al panel nuevamente.

Mientras hacía esto, Famtom se dio cuenta de lo que estaba pasando y se fue rápidamente. Seguro que iba a sacar a Neon y Alice de allí.

Perspectiva de Neon

Alice y yo estábamos en la arena esperando el último nivel.

—Solo falta un poco más para terminar.

—Sí, por fin podremos descansar.

Mientras decíamos eso, las luces se volvieron rojas. No, mejor dicho, toda la arena se tiñó de rojo. Alice y yo nos sorprendimos. Frente a nosotros, algo comenzó a aparecer. Al principio no se distinguía bien, pero luego tomó la forma de un caballero transparente de color rojo.

Alice y yo sentimos el peligro de inmediato y adoptamos posiciones de ataque. En mi rostro se podía ver la preocupación por la situación. Miramos al caballero durante unos segundos; no se movía.

Me sentía ansioso por no saber qué iba a hacer. Cada segundo que pasaba se sentía como un minuto. Además, mi corazón comenzó a latir más rápido.

Finalmente, se movió. Alzó su mano derecha hacia el frente y, tras hacer ese gesto, aparecieron dos mutantes rojos a su lado. Nos miraron y corrieron hacia nosotros.

Corrí hacia uno de los mutantes y, cuando estuve a una distancia considerable, lo ataqué con mi espada. Sin embargo, esquivó rápidamente y contraatacó con su otra mano. Me defendí con mi espada, pero la fuerza del mutante era demasiada y me lanzó hacia atrás.

—¡Agh...!

Salí volando unos metros y miré al mutante con preocupación. "Estos mutantes son diferentes a los del entrenamiento anterior... ¿Cómo le estará yendo a Alice?"

Miré hacia donde estaba mi amiga y vi que el mutante la atacaba con fuerza. Ella, sola, intentaba defenderse con su espada.

"Necesito ir a ayudarla."

El Cazador de Antiguos Vo1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora