Capítulo 2~Fourth

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Un mes después, el día había llegado. Ya en el nuevo año, Gemini, no pudo resistirse más y, con ayuda de su padre, había preparado esas dulces galletas rellenas de chocolate que el chico, del cual estaba enamorado, amaba. Phuwin, como buen padre, le había ayudado en más de una cosa. Primeramente los dulces, después en escuchar el discurso de su pequeño con una sonrisa boba, en llevarlo hasta el parque donde pensaba hacer el picnic el Alfa y así ayudarlo a trasportar y cargar la comida, mantas y bebidas.

Cuando el Omega, Fourth, llegó a su cita con el chico que adoraba le dio un tierno ataque de risa al ver todo tan bonito y preparado. Comiendo en una charla tranquila y cómoda, como siempre mantenían, no se dieron cuenta que el tiempo había pasado y comenzaba a hacerse de noche al ser pleno invierno.

-Fot. -Murmuró Gemini llamando al Omega, el pelinegro le miró atento como cada vez que el chico le hablaba. -Quiero decirte algo, bueno, preguntar algo, pero también decirlo. -Fourth siempre moría de ternura por lo adorable que era ese Alfa que vestía colores pasteles y ropa mucho más grande de su talla.

-Gem, tranquilo, te estoy escuchando. -Gemini sonrió, porque justo eso era lo que le había enamorado de Fourth; que le prestaba siempre toda su atención.

-Fot, sé que soy algo infantil a veces y que aún soy un Alfa muy pequeño, pero quiero ser alguien fuerte y valiente para cuidarte como tú me cuidas a mí. -Comenzó jugando con las largas mangas de su suéter. -He estado pensando en todo lo que te puedo ofrecer y creo que podría hacerte muy feliz porque nos gustan las mismas cosas, reímos mucho juntos y te podría dar muchos abrazos de esos de oso como tú dices. -Al elevar su vista y conectar miradas con el Omega este ya era un mar de lágrimas mal retenidas. -Fot, ¿quieres ser mi novio?

Está de más decir que la respuesta del Omega fue lanzarse sobre su, ahora, novio llenado su tierna pero masculina carita a besos mientras el Alfa se sonrojaba demasiado casi pareciendo irreal. Pero es que Fourth al fin había podido encontrar al Alfa de sus sueños y, que este le correspondiera, e incluso declarara, era más que perfecto.

"¡Papi!" había entrado ese día gritando Gemini a su casa. Phuwin salió a recibirlo con una gran sonrisa sabiendo que esa felicidad de su pequeño era que había sido aceptado por el Omega más mayor. Tras una larga conversación, en la que le contó con pelos y señales cada palabra y acto de ambos en su declaración (bueno, todo menos los besos descarados que Fourth le había dado en las mejillas en medio del parque), Phuwin le había pedido que invitara al Omega el siguiente fin de semana a cenar a casa para poder conocerlo adecuadamente.

Y así se encontraban en ese momento; Gemini sonrojado hasta cuello y orejas, Fourth sonriendo nervioso y Phuwin con su filosa mirada sobre el Omega de cabello corto brillante, con pendientes en sus orejas, algún que otro claro tatuaje en su muñeca y cuello (por lo que dejaba ver el jersey que portaba), con ropas descaradas, rotas, provocativas y rudas a pesar de estar en invierno...

-¿Y qué te gusta hacer en tu tiempo libre, Fourth? -Preguntó Phuwin repartiendo comida en tres platos.

-Jugar videojuegos, leer o salir con mis amigos. -Respondió el chico antes de hacer una reverencia con sus manos al ser entregado su plato.

-¿Y qué sueles hacer cuando sales con tus amigos? -Phuwin lo preguntó sonando desinteresado, sentándose en su silla frente a su hijo y novio.

-Pues... -Murmuró Fourth notablemente incómodo, Gemini intervino.

-Papi. -Reclamó el menor, Phuwin arrugó su nariz antes de encarar a su hijo.

-Solo quiero saber algo más de Fourth, hijo. Me preocupa con quien te juntas aunque no sea del todo de mi incumbencia.

-Sabes que lo entiendo, papi. Pero Fot es bueno. -Dijo el menor con los ojos brillantes y los nervios notables en su cuerpo.

-Señor Tangsakyuen. -Habló Fourth deteniendo ese cruce de miradas entre ambos. -Yo soy consciente de que soy mayor por dos años a su hijo, que debe pensar que a esta edad se notan demasiado esas cosas. -Phuwin asintió viéndolo a los ojos mientras le hablaba educado y maduro de forma que le encandiló. -También sé que mi apariencia no ayuda a que confíe en mí, pero mi forma de vestir solo es porque me agrada. Quiero decir, me gusta y me veo bonito así vestido o con este corte de cabello. -El mayor apretó sus labios, pues él comprendía que al igual que él amaba los colores pasteles, Fourth podía amar el cuero o las tachuelas. -Sin embargo, me encanta que Gem sea tan dulce y vista tan colorido. Le hace lucir muy adorable y tierno. -De soslayo miró a su hijo sonrojarse y observar con admiración a su novio. -He salido con otros Alfas antes que su hijo, pero ninguno se ha fijado en mi forma de ser ni me hace sentir tan especial ni querido como su hijo. Por eso yo quiero a Gemini.

Phuwin cerró sus ojos con fuerza, sentía ganas de llorar. Tal vez ver a su hijo crecer, conocer a alguien tan bonito como Fourth, su sueño por escuchar él esas palabras o simplemente porque estaba aceptando dejar que su hijo pusiera su corazón en riesgo.

-Puedes venir cuando quieras a casa, Fourth. Dejo a tu cuidado lo más valioso que tengo.

El suegro de mi hermano ~ PondPhuwin ~ OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora