Capítulo 14~Perder

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-Phuwin, dame una oportunidad. -Pidió en un murmullo próximo a su rostro.

-¿Por qué debería dártela? -Cuestionó el Omega sin alejarse de ese bello rostro que, comenzaba a aceptar, le tenía encandilado.

-Porque no te la pido como el niño que se encaprichó con ese señor Omega precioso que le robó su primer beso, ni tampoco como el chico extraño que le incitó a seguir sus sueños. -Negó sonriendo de lado, acercándose incluso más hasta hacer rozar sus narices. -Te lo pido porque desde aquella noche en vísperas de Navidad que nos encontramos en la calle me cautivaste. Dobretodo con tu mal genio al elevarme la voz sin miedo.

-Fuiste un imbécil. -Recordó Phuwin apretando las manos del Alfa entre las suyas. -Pero que yo siga siendo, aún, bonito no implica que deba darte una oportunidad.

-¿Y que queramos lo mismo? -Preguntó, en contra, ladeando su cabeza. Parte de su cabello azabache cayó sobre sus ojos con el movimiento y Phuwin se vio tentado a apartarlo.

-¿Qué mismo? -Sucumbió a apartar ese cabello con delicadeza.

-Tú quieres una vida tranquila, con tu trabajo y tu hijo, pero mereces tener a alguien que te mime, dé amor y te trate como el príncipe independiente que eres. -Phuwin asintió dubitativo, pues en el fondo de su ser era justo lo que cada día soñaba y suplicaba a la Luna por mucho que negara ese deseo a sus allegados. -Yo quiero lo mismo...

-Tú no quieres eso... -Le interrumpió en un susurro siendo interrumpido del mismo modo, pero con una carcajada fuerte que resonó en toda la cafetería y que hizo sonrojar a Phuwin por las miradas y lo bella que se escuchó para sus oídos.

-Estás tan equivocado. -Las mejillas pálidas del mayor se pigmentaron hasta alcanzar un furioso rojo. -Seré joven, pero sé lo que quiero porque nunca lo he tenido y es lo que más ansío. -El Omega recordó lo poco que conocía de la familia de Pond, la historia de su madre cambiando de novios cada poco tiempo y la falta de una figura paterna continua en su vida. -Quiero seguir con mi trabajo, llegar a casa y tenerte entre mis brazos mientras Gemini me cuenta que sigue aprobando y creciendo como persona y tal vez... -Sonrió de lado. -Sueño con tener un pequeño cachorro al que llamar mío.

-No, Pond, no. -Negó rápido alejándose de él de golpe. -No puedes querer darme esas esperanzas, no es algo que podamos hacer. -Pond sintió que el pequeño avance realizado se había desvanecido puesto que trató de volver a acercarse. -No, en serio, no. -El Alfa se quedó parado ante el rechazo y eso hizo temblar de nuevo a Phuwin al ser escuchado y respetado. -¿No eres consciente de todo lo que perderías?

-¿Perder? -Repitió arrugando sus cejas oscuras y gruesas. -Yo solo veo ganancias.

-¿Y yo?

-¿Tú qué?

-¿Yo qué tengo que perder? -Pond abrió su boca para responder. Un gran "nada" quería ser gritado, pero unas voces dulces y varoniles le interrumpieron en su propia mente. Y Phuwin supo, por su mueca asustada y sorprendida, que lo había adivinado. -Exacto, Gemini y Fourth.

Pond se rindió, porque a pesar de querer dar todo por los sentimientos que sobrecogían a su lobo y a él mismo por ese Omega mayor, perder a su único familiar era el peor de sus temores. Y, por ende, comprendía el miedo irracional de Phuwin.

-Entonces he pensado que si cierras para el próximo festivo podría irme unos días a despejarme

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-Entonces he pensado que si cierras para el próximo festivo podría irme unos días a despejarme... -Joong detuvo su habla cuando fue consciente de que de nuevo, por incontable vez esa semana, su jefe y amigo no le estaba escuchando. -P' Phuwin.

-¿Eh? -Preguntó zarandeado su cabeza y viendo que ya estaban frente a su casa. -Gracias por tráeme, Joong. Tendré el coche arreglado para la próxima semana.

-No estaba preguntando por eso. -Rodó sus ojos el menor, el mayor le echó esa mirada típica suya de "¿qué pasa?" -Quiero irme este puente fuera de la ciudad y quería saber si cerrarías.

-Pues no lo había pensado, tampoco es como que tenga planes para hacerlo. -Joong apagó el motor de su coche y se giró en su asiento a verlo.

-¿Qué te ocurre? -Phuwin negó con su cabeza, no quería hablar del tema. Simplemente no podía hablar de Pond ni pensarlo sin arrepentirse y después ponerse sensible por haber tomado en serio la opción de irse con el joven Alfa como una pareja. Sin embargo, necesitaba una vista desde fuera e imparcial en todos los sentidos.

-¿Crees que me merezco conocer a alguien? -Preguntó en un bajo susurro, el Alfa sonrió de lado.

-Creo que hay alguien por ahí que sería muy afortunado si lo dejaras conocerte y que, ahora que Gemini es casi un adulto quieras verlo o no, podría ser el momento de que tú también seas uno.

-¿Un adulto?

-Uno con vida romántica.

Camino al ascensor su mente repetía una y otra vez las últimas palabras de su único amigo, palabras que comprendía y cobraban más sentido con forme más las repetía. El había vivido un romance adolescente, pero tal vez era su momento de vivir un romance más real, más maduro y, tal vez, el último.

-Hola. -Phuwin elevó su vista cuando la puerta del ascensor se abrió y mostró el rellano de su piso. Ante él, Pond, timbrando su casa.

-¿Qué haces aquí? -Preguntó confuso, tratando de ocultar el acelerado latir de su corazón.

-Vengo a ayudar a Gemini con la clase de historia. -Dijo apartando la mirada del mayor. Continuó justo antes de que la puerta se abriera por un Gemini feliz y sonriente. -No vengo a molestarle, señor Tangsakyuen.

NOTA: A mí me ha dolido ese señor Tangsakyuen con tanta indiferencia 🥲

ES QUE SON TAN GUAPOS!!!!

El suegro de mi hermano ~ PondPhuwin ~ OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora