El suegro de mi hermano ~ PondPhuwin ~ OMEGAVERSE

Capítulo 30~Mi familia

Fourth se encogió en su lugar aún siendo abrazado por Gemini en la misma posición, Pond dio varios pasos acelerados y decididos hacia el Alfa mayor. Phuwin rápido se interpuso entre ambos y negó en dirección a su Alfa, al girarse a ver a Force este sonreía con sorna y Phuwin, dejando a todos sorprendidos, pegó fuerte en su pecho haciendo que sonara hueco.

-Force Nattawat. -Habló rudo, serio y seco; con sus cejas fruncidas y el tono de voz neutro. -No te des de héroe o víctima cuando estabas tratando de arreglar el error que tú mismo has creado. -Lo señaló con desgana. -Le debes una disculpa a más de una persona en tu asquerosa vida, pero sin duda ahora mismo se la debes a ese muchacho de ahí. -Señaló entonces a Fourth, el cual trataba de hacer a Gemini levantarse para abrazarse a él en busca de refugio. -Sobretodo porque ese muchacho ha estado ahí para tu hijo cuando tú no lo has hecho.

El silencio que se creó después fue brutal y falsamente ensordecedor. Nadie se atrevía a decir nada; tan solo Gemini, que seguía susurrando perdón a su novio, el cual le murmuraba en respuesta repetidos "te perdono Gem".

Pond lamió sus labios y chasqueó la lengua soltando una risa suspirada contenida. Su lobo había pasado de estar con tremenda furia a estar orgulloso de haber aceptado como Omega a Phuwin. Pero él, como humano, estaba a la espera de esa disculpa que sabía su hermano pequeño necesitaba. Los gesto de Pond captaron la atención de Force que lo miró con rabia.

-¿Qué? -Preguntó chulesco, viendo como el menor tatuado se reía en silencio y negaba con su cabeza. -¿Tienes algún problema? ¿Quieres que hable? -Amenazó de nuevo, Phuwin también intervino de nuevo.

-Cállate. -Force lo miró sorprendido, jamás le había hablado de aquel modo. Sin duda, el Phuwin que él había conocido y estado viendo esos últimos dieciséis años, no era el Phuwin que tenía ahora al frente. Y para él, todo era culpa de ese estúpido y chiquillo Alfa. -Él también ha demostrado más que tú a mi familia.

-¿Nos podéis llevar a casa? -La voz triste y baja de Gemini hizo a los adultos voltear a verlos. -Fot y yo queremos hablar. -Phuwin dio un paso hacia su hijo, pero Force lo retuvo del brazo.

-Yo los llevaré. -Se ofreció soltando rápido a Phuwin. -Debo pedirle disculpas a ambos. -Señaló a su hijo y su pareja.

Tanto Fourth como Gemini se despidieron de Phuwin y Pond con abrazos estrechos antes de salir de la mano tras Force. Nadie se cuestionó que dejaron a estos solos porque no era el momento.

Al escuchar la puerta de la calle ser cerrada, Phuwin alzó la vista para volver a encontrarse con la mirada fija de Pond. Con una sonrisa ladeada se acercó de nuevo a él con intenciones de conseguir relajarlo de nuevo, rodeó su cuello y se puso de puntillas para lograr que el menor escondiera su nariz en su cuello. Sus pálidas manos dando caricias al cabello azabache y su cintura siendo rodeada en un apretado y fuerte abrazo necesitado.

-¿Hay algún sitio donde nadie nos vaya a interrumpir? -Preguntó sobre su oído en un susurro. Pond permaneció en la misma posición cierto rato hasta que se alejó para tomar su mano y dirigirlo fuera de su despacho.

Dunk les hizo una sonrisa ladeada y enseñó su pulgar en señal de que se haría cargo de la tienda mientras ambos entraban a la sala de revelación de fotos. Pond prendió las luces rojas y cerró la puerta para que nadie se atreviera a irrumpir por miedo a destrozar las fotografías.

Una vez en el silencio de nuevo de la sala; Phuwin dio un vote y se sentó sobre una de las mesas del lateral, abrió sus piernas y abrazos en una invitación a ser abrazado por el menor que corrió a él como niño perdido.

-Entiendo tu rabia. -Murmuró Phuwin besando su cabello azabache.

-No estoy así por la rabia. -Respondió Pond. -Me da igual su puta opinión sobre mí, sobre Fourth, porque sé que no es cierto y además no es alguien que me importe en mi vida. -Inició restregando su nariz entre su pecho. -No pierdo mi tiempo odiando a gente inútil. -Phuwin rip enternecido y coló sus frías manos bajo el fino jersey que ese día portaba el menor. -Es que he sentido que me incluías en tu familia.

-Eres parte de mi familia, Pond. Eres mi Alfa. -Murmuró besando de nuevo su cabello, bajando como pudo a hacerlo con su frente. El Alfa se dejó hacer y elevó su rostro para que fuera besado en cortos intervalos por el mayor como caricias de amor.

-También me ha puesto muy caliente que nos hayas defendido así. -Murmuró sincero, comenzando a sonreír con sorna y burla cuando los besos del mayor bajaron a sus labios. Para Pond seguía siendo sorprendente que Phuwin tuviera una iniciativa de darle mimos, amor, caricias; lo que fuera. -Te ves jodidamente sexy enfadado, tanto que creo que tengo un problema entre las piernas por culpa de ello y el exceso de tu aroma en mi despacho.

Phuwin suspiró encantado con lo escuchado, él y su lobo feliz y halagados. Una de sus manos trepó más por su espalda hasta llegar a la nuca del menor para sujetarla con fuerza mientras la otra salía para colarse de forma descarada bajo el pantalón y ropa interior del mismo y ahuecar su pene.

-Demuéstrame cuanto.