Capítulo 41~Hijos

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Nuestra pareja protagonista estaba en un plácido y a su vez adolorido sueño. Tras la conversación de la noche anterior se durmieron en ese mismo sofá entre arrumacos, cariños y besos. Ahora, cuando el sol entraba por el gran ventanal del salón, Pond era quien tenía su espalda pegada al sofá y Phuwin quien estaba tumbado sobre su pecho. El Omega escondía su rostro en el cuello del Alfa soltando ligeros suspiros de placer mientras comprimía su torso, el Alfa inhalaba directo de su cabello adorando la mezcla de la sandía y el champú del mayor.

Si bien era lógico y de esperarse que el aroma de un Alfa fuera fuerte, agrio o rudo; Pond portaba ese melón dulce consigo que era embriagador. Y si bien un Omega debía oler dulzón y empalagoso; Phuwin tenía un olor casi neutro y acuoso propio de la sandía. Sus aromas encajando a la perfección y siempre recordando y haciendo sentir la calidez del verano.

Phuwin escuchó un ligero ruido a su lado que le hizo arrugar las cejas y labios molesto por el despertar. Con lentitud abrió sus ojos para encontrarse tan solo con el cabello azabache de su novio y su cuello tatuado. Dejó un casto beso casi imperceptible y elevó sus ojos hacia arriba de ambos cuando una sombra les cubrió de la luz que entraba por le ventanal.

-¡Ah! -Gritó asustado, levantándose de golpe para sentarse sobre la cintura del menor, cuando vio a su hijo inclinado hacia ellos viéndolos.

-¡Ah! -Gritaron Pond y Gemini a la vez cuando el Alfa mayor se despertó por el grito de su novio, se sentó también acelerado e hizo chocar su frente contra la de Gemini que seguía inclinado viéndolos.

-¡Cariño! -Exclamó Fourth para llegar a su novio, sujetando sus mejillas y soplando como bálsamos sobre el golpe en su frente.

-¡Bebé! -Dijo casi a la vez Phuwin, también acunando el rostro de su Alfa y besando sobre la zona que comenzaba a ponerse roja al instante. -¡Gemini! ¡¿Por qué nos mirabas así?! -Reclamó a su hijo viéndolo ser mimado y cuidado por su yerno.

-¡Solo quería despertaros para ir a desayunar! -Expuso también dramático. Los ojos del menor se dirigieron a su padre, viendo como estaba sentado sobre Pond y haciendo que sus mejillas se enrojecieran. Phuwin se dio cuenta al instante de la postura comprometedora y bajó del regazo de Pond pisando con sus rodillas parte de sus muslos. El menor jadeó de dolor y suspiró tranquilo a, al fin, quedar solo en el sofá.

-¿Qué hora es? -La voz ronca de Pond hizo sonreír a Phuwin a la par que lo veía luchar por abrir sus ojitos y hacer puchero. El Omega no pudo resistirse a volver al sofá y sentarse para pegar el rostro de su novio a su pecho y darle cariños en el cabello enmarañado.

-Las nueve, ya no llegamos al instituto ni a la universidad. -Respondió Fourth haciendo una mueca.

-Ni tú al trabajo, amor. -Murmuró Pond entre el pecho de su novio.

-Seguro Joong se está encargando, confío en él. -Susurró besando su cabello, Pond sonrió adormilado. -De todos modos, creo que hoy ninguno debería ir a sus quehaceres. Debemos hablar. -Sentenció elevado su vista a su pequeño. Su hijo les miraba a ambos aún entre las manos de Fourth con una seriedad y falta de expresiones faciales que le asustó.

-Quiero saber cómo ha pasado esto. -Dijo Gemini tomando asiento en el suelo alfombrado. Fourt cogió una manta y la puso alrededor de ambos para pegarse a su novio como fuente de calor y a la vez para darle su paz y tranquilidad.

Phuwin no sabía bien cómo comenzar, tenía cierto pánico irracional sabiendo que su cachorro no se había tomado tan mal su romance con su cuñado. Sin embargo, la seriedad en su pequeño y el tema seguía teniéndole intranquilo.

-Yo tenía catorce años cuando conocí a tu padre... -Habló Pond por ambos, captando la atención de los tres restantes y sobretodo de un sorprendido Gemini por ello. Phuwin solo pudo aferrarse a la mano o cuerpo de su Alfa mientras narraba toda su corta, pero intensa historia. Desde aquella noche fatídica donde le robó su primer beso a un adolescente Pond y ambos se animaron a desempeñar sus sueños, pasando por su encuentro casual antes de navidades, la forma en la que Pond le "persiguió" y él se negaba, cuando no pudieron contenerse más y estallaron en un arrebato de pasión, la decisión de darse unos días para ellos y así saber si realmente había algo más que atracción física, el miedo que tenían a que ellos les rechazaran y que ojalá pudieran habérselo dicho directamente y no explicarlo cuando ya lo sabían.

-No lo entiendo. -Murmuró Gemini tras el gran relato de Pond. -¿Por qué miedo? -Preguntó ladeando su cabeza.

-Nunca... -Habló Phuwin después de su largo silencio. -Nunca me has visto con un hombre, cariño. -Inició jugando con los dedos tatuados de su pareja. -Nunca he hecho otra cosa que no fuera estar para ti. Y no lo creía necesario, hasta que Pond apareció. -Suspiró tembloroso. -Y tal vez, si no hubiera sido tu cuñado al que tanto admiras y el que tanto me nombras como tu ejemplo a seguir... tal vez no me habría dado tanto miedo el hacerte daño.

-Yo... -Siguió Pond, girándose a acomodar el cabello de su mayor tras sus orejas con una tierna sonrisa. -Yo no podía soportar la idea de que pensaras que me acerqué a ti solo por tu padre. -Murmuró bajo. -Yo me acerqué a ti porque eres mi cuñado, la persona que hace feliz a Fourth. Pero me quedé contigo porque vi y sentí lo especial, bonito y bueno que eres, Gem.

La pareja adulta se miró haciendo unas sonrisas ladeadas, sonrisas que cobraron sinceridad y fueron radiantes cuando sus ojos conectaron. La llegada, gateando, de un cuerpo más pequeño ante ellos les hizo volver su vista al frente.

Gemini se colocó de rodillas ante ambos, sujetando con cada una de sus manos la mejilla contraria de estos y viéndolos a ambos de modo intercalado. Sus grandes ojos brillantes comenzaron a inundarse de lágrimas y sonrió amplio, tan bello y único como hacía ese pequeño cuando solo tenía sus palas de leche y con tres lindas y ligeras arruguitas a los lados de sus ojos.

-Yo solo quiero una cosa en mi vida. -Inició, su voz tan relajada y dulce apretó los corazones de los mayores. -Y eso es que las personas que amo sean felices. -Phuwin asintió contra la mano de su hijo, comenzando a llorar también ante la madurez y dulzura de su pequeño. -Y si vosotros os dais felicidad, ¿qué más puedo pedir? -Pond siguió a Phuwin en sus lágrimas y buscó contener a su Omega al entrelazar sus dedos. -Mi papi... -Miró solo a Phuwin. -...y mi papá... -Miró entonces a Pond. -...se aman y son felices. ¿Verdad?

Phuwin asintió comenzando a temblar por las lágrimas, Pond sujetó bajo las axilas de Gemini y le pidió con su ayuda que subiera sobre su regazo como si fuera un pequeño y bebé cachorrito de un modo paternal.

-Y también te amamos a ti, hijo. -Susurró besando la mejilla del adolescente. Phuwin sintió un cuerpo nuevo llegar junto a ellos, Fourth les miraba también hecho un mar de lágrimas.

-Fou. -Le llamó tras haber besado la frente de su propio hijo, haciendo hueco sobre su regazo al pelicorto semi adulto de dieciocho años. El joven Omega que había crecido rápido y solo siendo cuidado y protegido por su hermano mayor, ese que aunque tenía madre no una figura materna. -Pond será tu hermano mayor por siempre... -El menor asintió sonriendo entre lágrimas a su hermano. -...pero aquí tienes a un papi que también te cuidará por siempre. -Fourth lloró más alto buscando refugio en los brazos de su suegro y viendo en todo momento como Gemini copiaba su gesto sobre el pecho de Pond.

Dos hermanos. Un Omega criado sin figura paterna más que su hermano y una madre ausente. Un Alfa criado por cientos de Alfas que lamentablemente nunca le enseñaron algo bueno y una madre irresponsable.

Padre e hijo. Un Alfa que se crió por un padre Omega amoroso y sobreprotector logrando tener una actitud "infantil" y un padre Alfa que estuvo pero tampoco estuvo junto a él. Un Omega que tuvo que madurar de golpe y a temprana edad, dejando su vida pausada, para criar a su pequeño cachorro y que creía en una idea de amor errónea.

Esos cuatro seres, que la luna se encargó de cruzar sus caminos pero ellos de trazarlos, habían encontrado justo y cuando era necesario; cuando debía ser... su familia.

El suegro de mi hermano ~ PondPhuwin ~ OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora