Vi a London salir con Chéster y me quedó un mal sabor de boca, no sabía qué tipo de cosas le diría, qué tipo de anécdota o mentira le diría para hacerme quedar mal ante ella. Es cierto que lo desconocido siempre termina por ponerme nervioso.
Estaba a punto de abrir la puerta para salir en busca de London, cuando de repente escuché varios golpes secos, al abrir vi el rostro de Dalton y toda la poca paciencia que parecía tener se esfumó en un suspiro.
—¿Qué es lo que estás haciendo aquí? —pregunté pasando mis dedos por mi cabello.
—Realmente veo que estás enamorado de London —dijo en un tono desbordado de tristeza— No quería aceptarlo, porque London fue la mujer de mi vida, más allá de que tu madre me dio dos hijos que siempre he creído que son maravillosos por igual. Estuve pensando, tuve tiempo para hacerlo y no quiero que las cosas continúen así entre nosotros.
—¿Qué estás tramando? —pregunté desbordado de desconfianza.
No me lo creía, nunca podría creer en las palabras que salieran de la boca de mi padre, porque nunca era sincero del todo. Era como si en el fondo estuviera esperando un error o que simplemente bajaras la guardia para clavarte el puñal y ahora no era más ese niño al cual podía abrazar para clavarle la daga.
—Nada, vine a decirte que estuve pensando en lo que me dijiste. Voy a ayudarte en lo que pueda y no porque pretenda que tu madre no lo sepa. De hecho, cuando regresemos voy a divorciarme de ella. Ella me regaló los mejores años de su vida y yo le pagué con una infidelidad. —dijo mientras bajaba la mirada.
Era la primera vez en mucho tiempo que veía destellos de arrepentimiento en su rostro cuando hablaba de mi madre. Al menos no estaba hablando como de costumbre con esos estúpidos intentos de justificar sus acciones con las típicas excusas, que era culpa de mi madre por haber ocupado tanto tiempo en las fundaciones.
Podría haberle entendido si me dijera que se cansó de la situación y decidió divorciarse, pero el hecho de que decidiera engañarle en vez de buscar un acuerdo amistoso de divorcio era lo que verdaderamente me había molestado desde hace tiempo.
Siempre pensé que le estaba quitando la oportunidad a mi madre de encontrar a una persona que de verdad supiera hacerle feliz y decidiera esforzarse para hacerla sentir la mujer más especial del mundo.
—No es el momento —dije de la nada en un tono desbordado de frialdad— Hay que esperar a que mi madre esté un poco más estable, no la viste como estaba cuando recibió esos retazos de fotos.
—Si lo que quieres es eso lo respetaré Queen, pero realmente pienso que lo que le sucede a tu madre es que la inestabilidad le está matando. Ella quiere saber la verdad por muy dolorosa que sea y el simple hecho de imaginarlo todo, también la bajeza que le hicimos en la cocina al hacerle creer que no me había besado con London, fue demasiado.
Sabía que tenía razón, le habíamos hecho creer que todo había sido un sueño demasiado lucido, algo que terminó por desestabilizarla un poco. Pero no sabía si era el momento de decirle todo, lo había estado esperando tanto para ahora tener dudas.
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Sed de venganza ✔️
RomanceLondon veía en Dalton un amor que no tenía fin, pensaba que un día vestiría un vestido blanco y juntos pasarían el resto de sus vidas. Sin embargo, la vida está llena de sorpresas, un día un profundo amor te eleva al cielo y al siguiente la sed de v...