Capítulo 43 Después de la tormenta

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Tenía las manos heladas, el estómago me rugía y mi cuerpo me pedía que me diera por vencido con la locura que se me había metido en la cabeza. Pero algo en mi interior me decía que si me marchaba ahora lo perdería todo, que si me quedaba allí London entraría en razón y que al final no acabaría por cometer la locura de casarse con Chéster.


Me senté en un viejo tronco húmedo, podría entrar en mi coche y al menos quedarme allí de momento, pero tenía miedo de quedarme dormido.


Me preguntaba como estarían las cosas dentro, si la estarían pasando bien, como estaría London y que pasaría por su mente. Estaba distraído cuando vi la puerta abrirse, el padre de London salió con ella en brazos y detrás estaba su madre junto a su hermana, ambas se veían desbordadas de preocupación.


No me importó absolutamente nada en ese instante y me aproximé corriendo, pude ver la mirada de la abuela de London recaer sobre mí, como si no comprendiera por qué continuaba allí.


—Márchate —dijo su padre mientras metía a London en el asiento trasero de una camioneta algo vieja.


—¿Qué le sucedió? —me apresuré a preguntar.


—Se desmayó —respondió su hermana que me miró con un gesto suplicante—. Ha estado destruida y yo la vi bastante pálida, por favor Queen, no vuelvas todo más complicado, tienes que irte de momento.


Observé a sus padres subir a su coche, Chéster bajó la cabeza como si quisiera reírse de mí, pero en su lugar entró junto a Camille dentro de la casa.


Si seguía el consejo de Camille probablemente me moriría de preocupación y no podría vivir con eso en la mente. Decidí que al menos los seguiría para saber como se encontraba London y que luego tomaría una decisión de que debería de hacer.


Estaba a punto de irme a mi coche, cuando una mano fuerte me tomó del brazo. Giré mi rostro para encontrarme con la abuela de London, mucho más seria de lo usual, podría jurar que me estaba enterrando vivo con la mirada.


—No sé por qué continuas aquí Queen, pero el juego está terminado. Ve a intentar rescatar algo de tu familia, sin darte cuenta dejaste un gran dolor en medio y no puedes continuar culpando a Dalton de todo lo que está mal a tu alrededor. —sentenció con un tono desbordado de frialdad.


—Lo que usted opine me tiene sin cuidado, señora, sé que desea que deje en paz a London para que cumpla su capricho, pero deje que le diga que no le dejaré el camino tan fácil. —respondí con mi mirada fija en su rostro.


—Te guste o no te guste, te quedes o te marches, London se va a casar con Chéster —soltó las palabras soltando su agarre.


Aquella era la señal de que la conversación había terminado, quizá para ella lo había hecho, pero yo aún continuaba teniendo atoradas palabras en mi garganta.


—Podría apostar con usted y decirle que London no va a casarse, pero sería rebajarme a su altura. Será mejor que se siente para verlo desde una mejor posición, voy a recuperar a London como a del lugar y me casaré con ella.

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