Capítulo 38 Confrontación familiar

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Los días en el crucero fueron sin duda una unión para mí y para Queen. Ahora sentía que todo era mucho más fuerte entre ambos y al final mi método aunque no fuera el más agradable había funcionado.


Chéster parecía haberse dado por vencido, a pesar de haber tratado de buscarme en reiteradas ocasiones tratando de arreglar algo, que en mi opinión no había que arreglar, decidí ignorarlo como si no existiera y al final se dio por vencido.


Al bajar del barco me sentía emocionada por hacer muchas cosas con Queen, esta situación me había servido sin duda para abrir los ojos en cuanto a las decisiones que estaba a punto de tomar.


Pero entonces mi corazón se detuvo, miré el coche frente a nosotros y la ventanilla bajarse. Allí estaba mi abuela, pero no venía sola, estaba acompañada por la abuela de Queen.


Supe en aquel instante que todo comenzaba a ser un poco más complicado y que teníamos una conversación que aclararía todo.


—Suban —ordenó mi abuela.


Intercambiamos miradas seguras con Queen y ambos subimos sin replicar al respecto. Fue un camino incómodo, mi abuela no había dicho nada y yo tampoco le había dirigido la palabra, la abuela de Queen, en cambio, simplemente se dedicaba a mirar por la ventana.


No sabía si aquella mirada se debía a alguna especie de decepción, sabía que luego de Queen haberle dicho sobre la relación que tuve con Dalton no me volvería a mirar como lo había hecho en las primeras veces.


Era algo que en el fondo sabía que iba a ocurrir, también pasaría con su madre en el momento que supiera sobre todo lo que había detrás. A Queen sí que lo había mirado, eran unas miradas fugaces, pero lo suficientemente intensas como para decirle todo.


—Vamos a ir a un restaurante, así podremos comer en familia y podremos hablar todo lo que es necesario que quede en claro —dijo de la nada mi abuela rompiendo el silencio abrumador que había en el coche.


No respondí. Preferí no hacerlo, porque en el fondo la única que iba a dejar las cosas en claro era yo.


Nos detuvimos frente a un restaurante elegante, mi abuela y la de Queen fueron las primeras en bajar. Queen estaba a punto de seguir sus pasos cuando lo tomé de la mano, él me miró como si estuviera esperando cualquier tipo de movimiento de mi parte.


—Queen, quiero que hagamos algo —susurré en un hilo de voz y él asintió esperando que prosiguiera con mis palabras—. Vamos a decir que nos hemos casado, que ya lo hemos hecho a escondidas sabiendo lo que se venía.


—No lo van a creer London —negó levemente con resignación—. No tienen nada que hacer ante nuestra decisión, no sirve de nada mentir.


Presioné mis labios a punto de cuestionar sus palabras, pero no tuve tiempo de hacerlo. Me vi interrumpida por mi abuela que asomó su cabeza, se veía irritada, algo que en el fondo me causaba un poco de diversión.


—¿Se piensan quedar dentro del coche para siempre London? —preguntó irradiando su irritación.

Sed de venganza ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora