Un octubre lleno de historias de amor entre Luzu y Quackity, pero visto desde diferentes universos.
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El Flufftober 2024 finalmente está aquí.
¡¡ Leer "Aclaraciones" !!
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Normalmente, Luzu era mucho más atento a su alrededor. Estaba siempre alerta por algún posible ataque, como buen guerrero que era tenía que preocuparse por proteger a los otros y a él mismo.
Había estado muy orgulloso de su habilidad para notar las cosas que pasaban en instantes, incluso en situaciones sociales como los comportamientos de sus amigos, presumía de lo bien que podía leer a la gente con solo prestarles un poco de atención.
Pero esa tarde se sintió como un imbécil.
—¿Entonces si viven juntos?— IlloJuan estaba en frente de él, limpiando algunos vasos que habían sido usados en el bar de su chiringuito —Lo digo porque siempre está en tu casa, creo que lleva meses sin tocar la suya.
Estaban hablando de su relación con Quackity, llevaban un año de novios y su amigo había señalado algo que él mismo no había sido capaz de ver, pero ahora que lo pensaba un poco, tenía razón.
Desde hace varios meses atrás, Quackity había comenzado a quedarse en su hogar. Primero fue cosa de una noche, al mero tipo de una pijamada, pero la cantidad de días que se había quedado iban en aumento.
—No lo habíamos discutido— Luzu miró a su vaso confundido, analizando los comportamientos que su pareja había tenido en ese último tiempo juntos por primera vez —Pero tienes razón, quacks no ha ido a su casa en meses.
IlloJuan soltó una risa al escucharlo caer en cuenta de lo que sucedía, dejando de limpiar el vaso para ver a su amigo con esa mirada burlona del característico "te lo dije" —Hombre, no puedo creer que Quackity se mudó a tu casa y no te diste cuenta.
—Nunca lo pensé de esa forma— Luzu se sonrojó, hablando con un tono ligeramente ofendido —Digo, adoro pasar tiempo con él, lo amo, pero pensé que se quedaba conmigo porque bueno, a veces era muy tarde para dejarlo ir solo o simplemente nos quedábamos dormidos antes de darnos cuenta.
—Claro ¿Y también te dijo que estaba lloviendo mucho como para volver?
—Tuvimos muchos días de tormenta este mes.
Su respuesta solo hizo reír más a su amigo, quién tomó un nuevo trapo y comenzó a limpiar ahora la barra. Todo el grupo de héroes se había divertido intentando adivinar cuando Luzu se daría cuenta de los movimientos discretos de Quackity, aunque también hubieron algunos que apostaron que el pato le diría lo que pasaba cuando ya estuvieran todas sus cosas en el hogar de su pareja.
—Solo admítelo Luzu, el chico se mudó contigo y nunca te diste cuenta.
El castaño bufó, pero no dijo nada más sobre el tema. Aunque sí lo pensó mucho. Era cierto que Quackity pasaba más tiempo en su hogar y en realidad no lo molestaba, adoraba despertar abrazado a su amado patito, le encantaban los mimos en las mañanas y antes de irse a dormir, sobre todo disfrutaba de cocinar junto con él, pero un aviso de que vivirían juntos le hubiera gustado, después de todo significaba que su relación era más seria de lo que pensaba.
