Un octubre lleno de historias de amor entre Luzu y Quackity, pero visto desde diferentes universos.
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El Flufftober 2024 finalmente está aquí.
¡¡ Leer "Aclaraciones" !!
Si iba a darle flores al chico bonito, Don Q tenía que hacerlo bien.
Tags adicionales: • Karmaland + QSMP AU • Don Q x Good Luzu • Posibles referencias al narco • Missa y Roier como Cochi y Beni
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Desde que Quackity vio por primera vez a Luzu, sabía que el chico tenía algo especial. No era solo su sonrisa preciosa ni la forma en la que sus ojos brillaban cuando estaba feliz, era que el castaño estaba rodeado de personas en la mafia sin darse cuenta por más obvio que pareciera.
Karmaland nunca fue una ciudad completamente tranquila, pero era un buen lugar para vivir si no estabas metido en problemas, Quackity lo sabía bien, pero cuando naces metido en problemas te adaptas más rápido a ese tipo de ambiente, cosa que el pelinegro sabía por experiencia propia.
La familia Nevadas era uno de los carteles más conocidos de la ciudad, irónicamente todos sabían que él era el hijo del jefe pero tampoco hacían nada al respecto, no había evidencia para involucrarlo en los asuntos del narco más allá de que era su familiar y representante legal, se había graduado de abogado hace no mucho pero de inmediato fue contratado por su propia familia. Sin embargo, no era la única que solicitaba sus servicios.
Así había conocido a Luzu, mientras preparaba el contrato de matrimonio de uno de sus amigos, Foolish Brown, se enteró que el castaño era mejor amigo del futuro esposo de Foolish, Vegetta. Una interacción tan sencilla como esa había desencadenado todo lo que ahora vivía.
Para muchos fue solo un intercambio de palabras y presentaciones formales, pero desde el día en que sus ojos oscuros se encontraron con esos dulces ojos cafés, nada fue igual. Los encuentros parecían planeados pues en cada reunión con sus amigos, el castaño terminaba apareciendo, encantando cada vez más al pelinegro con su personalidad alegre y esa sonrisa que lo hacía suspirar de amor cada que la veía.
—Bonito— Quackity suspiró desde la cocina de su hogar, viendo con una sonrisa tonta como Luzu hablaba con su hermanito Titi en el comedor —Lo voy a hacer mi esposa.
—Buena suerte con eso, primo— Missa se le acercó entre risas, burlándose de la tonta cara que tenía su familiar por alguien que sus ojos era promedio —¿Cuántas veces te ha rechazado?
—Doce— respondió Roier, quién llegó para molestar a su primo mayor junto al amante de las calaveras con la misma mueca burlona —Y si lo intenta una vez más hoy, van a ser trece.
—¿Dijiste trece?
—Ya, no empiecen— Quackity se quejó, dándoles un zape a cada uno en un intento de no solo calmarlos, si no que hablaran bajo para que Luzu no se diera cuenta de lo mucho que lo estaba viendo —Van a ver qué no me va a rechazar, lo tengo todo planeado y hasta me va a besar.
