Un octubre lleno de historias de amor entre Luzu y Quackity, pero visto desde diferentes universos.
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El Flufftober 2024 finalmente está aquí.
¡¡ Leer "Aclaraciones" !!
Arin adora salir a explorar, aunque a veces puede salir lastimado.
Tags adicionales: • QSMP AU • Arin utiliza el lenguaje de señas en lo que aprende a hablar.
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Quackity desde un principio lo supo, cuidar de Arin iba a ser una misión más complicada de lo que sonaba. Esconder a una inteligencia artificial que estaba tomando el control del cuerpo de un viejo amigo tampoco era lo más sencillo del universo, pero lo manejaba bien... lo suficientemente bien como para mantener a ambos con vida.
Tenían ya establecida una pequeña rutina, después del desayuno Arin tomaba clases sobre los humanos y luego podía salir unas horas a explorar, regresaba para la hora de comer y al terminar, le ayudaba a Quackity con lo que tuvieran pendiente en el hogar hasta la hora de la cena.
Algo realmente sencillo, no había fallas en la teoría, pero la práctica era totalmente diferente pues en algún punto del día, algo pasaba que terminaba cambiando los planes ¿Lo más común? Cada vez que Arin salía a explorar, volvía con una nueva herida.
Quackity sabía que él era torpe, pero ¿Arin? El pobre parecía buscar lastimarse a propósito y ese día no era nada diferente a lo que ya habían acostumbrado.
Tres golpes en la puerta y Quackity sabía que Arin estaba de regreso después de su aventura. Se apresuró a abrirle la puerta con una gran sonrisa por algo que había conseguido, hablando con el resto de habitantes de la isla había obtenido un montón de libros diferentes que seguramente le gustarían a Arin. Sin embargo su sonrisa se fue en cuanto vio el estado de su amigo.
El castaño tenía rasguños en sus mejillas, cortadas en sus brazos y algunos moretones en los mismos, parecía que había tenido una caída brusca y la tierra que cubría su cuerpo entero era la evidencia más clara.
—[Estoy en casa]— Arin sabía que al contrario no le gustaba cuando volvía así, pero en su defensa, no buscaba lastimar el cuerpo de Luzu cada que iba a la habitación grande a explorar, simplemente las cosas se complicaban en algún punto y terminaba de nuevo lastimado —[No te enojes, por favor]
El pelinegro tuvo que tomar aire y rezarle a todos los dioses que conocía para calmarse, la frustración lo llenaba por completo al saber que, nuevamente, tenía que hacer de enfermero y cuidador del castaño. Simplemente no podía gritarle o enojarse en serio con Arin, era casi un pecado solo imaginar sus ojos tristes, con solo la idea en mente ya quería tirarse al suelo y disculparse profundamente con el contrario.
—Pásale, pero con cuidado que ya te lastimaste lo suficiente— se hizo a un lado para dejar entrar a Arin, quién con pena le hizo caso a sus órdenes —Vas a ir a bañarte, luego te sientas en tu habitación y quiero que me cuentes con detalle qué te pasó.
