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Día 5: Feria

Quackity tenía un plan, iba a tener un beso en la rueda de la fortuna.

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La feria finalmente estaba de regreso en Karmaland y los chicos no tenían planes de desaprovechar esa oportunidad

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La feria finalmente estaba de regreso en Karmaland y los chicos no tenían planes de desaprovechar esa oportunidad. Miles de atracciones y juegos mecánicos estaban disponibles para el disfrute de todos en el pueblo, si bien el grupo de héroes ya se había organizado para ir todos juntos, Quackity tenía sus propios planes en mente.

¿Sigues con eso?— preguntó Rubius frustrado, cruzándose de brazos recargado en una pared mientras esperaba al pelinegro, quién buscaba el outfit perfecto para la ocasión —¿Por qué no solo le preguntas?

¡No!— respondió el dueño de la casa, frustrado mientras veía dentro de su clóset —Tiene que darse natural ¿No has visto comedias románticas?

No, son aburridas— el híbrido de oso recibió una almohada en la cara, haciéndolo reír —¿Qué tan malo puede ser si te declaras a Luzu? Te adora pato, es imposible que te rechace.

Quackity sintió sus mejillas arder mientras en el fondo de su mente resonaba que, tal vez, contarle a su mejor amigo sobre su crush en el castaño no había sido la mejor de las ideas, pero los sentimientos que tenía por ese precioso chico de ojos rojos lo estaban consumiendo y tenía que decírselo alguien antes de explotar y llegar a la casa de este con banda y un ramo buchón.

¿Estás pendejo? No, no, hay todo un plan para que él se me declare.

¿En serio?— Rubius se burló, sin embargo lo dejó seguir con sus tonterías —¿Cuál es el plan?

¡Sencillo!— el pelinegro giró a verlo, dejando su ropa de lado para verlo emocionado del increíble plan en el que había estado trabajando —Cuando nos encontremos en la feria nos vamos a dividir en pequeños grupos para no perdernos, me voy a hacer el tonto para que Luzu me escoja como su pareja y pasaremos toda la noche juntos, lo voy a encantar con mi habilidad en los juegos y en la rueda de la fortuna, en su punto más alto, va a declarar sus sentimientos por mí después de ver que soy su mejor opción y nos vamos a besar.

Ambos se miraron en silencio un par de minutos con sentimientos completamente contrarios, mientras Quackity estaba orgulloso de su maravillosa planificación y organización, Rubius no sólo juzgaba a su amigo por la tontería que acababa de decir, si no que también cuestionaba sus gustos. Pero el oso no podía hacer mucho fuera de criticarlo, simplemente suspiró y asintió.

Lo que tú digas pato, ahora termina de arreglarte para que al menos vayas decente.

Quackity soltó una pequeña risa y asintió, volviendo al montón de ropa para elegir el atuendo perfecto. Todo saldría de acuerdo a su plan, estaba seguro.

We Fell In Love In October || LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora