||Capitulo 5°||

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  Era una mañana normal de sábado. Todos los alumnos estaban en el comedor, incluidos los maestros. Neville estaba sentado en su mesa correspondiente, a veces se giraba por que se sentía observado, pero nada.

    De repente, se escucharon los chirridos de al menos 20 aves, todos miraron al techo, viendo entrar las lechuzas por un gran agujero arriba suyo. Mientras pasaban sobre los alumnos iban soltando las cosas, lo único que Neville quería era que no le llegaría ninguna carta de su abuela.

    Un ave de esas soltó algo, Neville logró agarrarlo. Para su suerte, no era una carta, si no una pequeña cajita cuadrada. La abrió lo más rápido que pudo, encontrándose una pelota de cristal. Mientras la observaba escucho un: "¡Miren eso! ¡Neville tiene una Recordadora!"

   Él se giró a ver a su compañero, y recién lo hizo ya Hermione estaba hablando.

— He leído sobre eso, cuando el humo se vuelve rojo, significa que olvidaste algo.

   Justo después de decir eso, un humo rojizo fuerte se formó en la bolita. Neville, en su interior, estaba preocupado.

— El único problema, es que no recuerdo que olvidé– Respondió, mirando a la chica de pelo rizado, y al pequeño regalo.

    Todo el desayuno fue una pelea mental en él: pensaba en que se olvidaba, mientras agarraba la pelotita.

—¿Será algo que me dijo mi abuela?– Pensó para sí.

   Ese pensamiento rondaba su cabeza, "¿que se olvidó?" Era una pregunta muy repetida. Intentaba recordar si era algo importante.

   Esa fue su preocupación hasta un par de días más tarde. Ese Lunes, cuando le tocaba clase de vuelo, llegó a la clase con el resto. En esto se puso junto a una escoba, al igual que los demás.

   Llego la profesora, saludando a todos. Los alumnos, incluyéndolo, la saludaron al unísono.

—Buenas tardes Madame Hooch—dijeron todos.

—Bienvenidos a sus clases de vuelo– Dijo la profesora, posicionándose al inicio de dos filas de estudiantes.

   Todos se quedaron viéndola unos segundos antes de que les dijera que se pusieran junto a sus escobas.

— La mano derecha sobre la escoba, y dicen "Arriba"– indicó la maestra.

  Neville, después de escuchar un par de voces diciendo esto, hizo lo mismo. Por suerte, no le salió tan mal, tardó un poco, pero nada mal. La escoba se levantó con fuerza, golpeando levemente su mano.

   Cuando ya todos tenían su escoba, la profesora empezó a hablar.

—Ahora, cuando tengan su escoba, suban a ella y sujétenla bien. No se resbalen.

  Recién ella dijo que se suban, lo hicieron. El pequeño Gryffindor se tardo un poco más que el resto. Charlie, que estaba delante suyo, con un pulgar hacia arriba lo calmó, diciendo que estaría todo bien.

—Cuando escuchen el silbato, quiero que todos golpeen el suelo con fuerza. Mantengan el equilibrio, floten un momento y vuelvan al suelo.– Dijo la profesora, caminando de un lado al otro entre las filas.

  Recién sonó el silbato, la escoba de Neville comenzó a volar. Éste no la controlaba, y empezó a moverse contra su voluntad. Se escuchaban las charlas de sus compañeros, y un grito de Hermione.

    La profesora lo llamaba por su apellido, pidiendo que bajara. Su escoba hizo lo contrario: fue más alto y se empezó a alejar. El objeto giraba incontrolable, y él sólo se aferró a ella. Tuvo varios impactos contra una pared del castillo. Su vehículo se desvió nuevamente, yendo en dirección a su clase.

Solo Una Generación de Distancia || Severus Snape x Neville LongbottonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora