Philos, el planeta distante y sombrío donde el sol apenas brilla, había sido el hogar de la humanidad durante generaciones. Desde que la Tierra quedó inhabitable, los humanos no tuvieron otra opción que migrar hacia las estrellas. Y Philos, aunque inestable, ofrecía un refugio temporal.
Sin embargo, el núcleo muerto de Philos dependía de un poder único: el éter. Un poder que solo residía en el corazón de su príncipe heredero, Taeyong. Gracias a ese éter, la vida se mantenía, y el tiempo parecía detenerse. La gente envejecía lentamente, atrapada en una larga y melancólica espera por un futuro incierto.
Pero todo cambió el día en que los Wanderers atacaron. Criaturas deformes, nacidas de la locura y el dolor de aquellos que habían perdido la esperanza. Y en ese caos, Taeyong fue asesinado.
Jaehyun, un caballero que había jurado proteger al príncipe, falló en su deber. Y su corazón, lleno de amor y remordimiento, se quebró en mil pedazos. Devastado, jura esperar por una señal que le indique que Taeyong ha reencarnado.
Cien años habían pasado desde aquel día fatídico, y Jaehyun, quien no había envejecido ni un día, seguía esperando. No había perdón para él. No había redención, solo la promesa de una segunda oportunidad. Una señal que indicaría el regreso de Taeyong en algún lugar, en alguna forma.El aire de Philos se había vuelto más denso, más oscuro. Los Wanderers, cada vez más numerosos, acechaban en las sombras, y la civilización estaba al borde del colapso. Pero Jaehyun seguía firme, aguardando.
Una noche, mientras las tres lunas de Philos se alineaban, la señal llegó. Una luz tenue, apenas visible en el horizonte, pero suficiente para que Jaehyun la sintiera en lo más profundo de su ser. Taeyong había regresado.
Sin dudarlo, Jaehyun activó el portal interdimensional. La Tierra. Una versión diferente del hogar destruido, un lugar donde Taeyong había reencarnado como un joven de 17 en la Tierra 1277, completamente ajeno a su vida pasada.
A medida que Jaehyun cruzaba el portal, sabía que su misión no sería fácil. Esta versión de Taeyong no lo recordaría, no sabría nada sobre Philos ni sobre el éter en su corazón. Y más aún, los Wanderers, conscientes de la señal, también habían cruzado las fronteras entre dimensiones. Estaban buscando a Taeyong, buscando el éter que podría devolverles su humanidad perdida.
Jaehyun tenía dos objetivos: salvar a Taeyong de los Wanderers y encontrar una forma de extraer el éter de su corazón sin matarlo. Pero mientras observaba al joven príncipe reencarnado, algo en él comenzó a cambiar. Este Taeyong, aunque distinto, despertaba sentimientos en su corazón que Jaehyun creía enterrados hacía mucho tiempo, lo que complica aún más su misión.
El reloj estaba en marcha. La guardia real de Philos pronto vendría por él, dispuestos a ejecutar a Jaehyun por romper las leyes del tiempo y el espacio. Y los Wanderers ya estaban al acecho, cada vez más cerca.
Pero Jaehyun solo tenía una cosa en mente: salvar a Taeyong, sin importar el costo.
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Hundred Long Years| Jaeyong
FanfictionUna noche, mientras las tres lunas de Philos se alineaban, la señal llegó. Una luz tenue, apenas visible en el horizonte, pero suficiente para que Jaehyun la sintiera en lo más profundo de su ser. Taeyong había regresado. ⏱️Jaeyong ⏱️¡Sinopsis larga...