Hundred Long Years| Jaeyong

16

"Su corazón latía con fuerza mientras trataba de que sus propios ojos no ardieran ante la luz azul brillante que ilumbraba la cueva con todo su resplandor.
Escuchaba los sollozos dolidos de Jaehyun justo delante suyo que sostenía aquel cuerpo pequeño y ahora débil inerte en el suelo.

Muerto.

Jaehyun se giro hacia a Ten, sus ojos hinchados y rojos acompañados de lágrimas.

—Ten.. —Sollozo, mordiéndose el labio inferior hasta el punto de que una gota de sangre comenzó a lentamente escurrirse desde su labio hasta su menton."

Ten abrió los ojos de golpe, jadeando, como si acabara de emerger de un abismo oscuro. Apenas comenzaba a procesar su entorno cuando sintió la presión de unas manos firmes, aunque suaves, sosteniendo sus hombros. Johnny, con una calma forzada para estabilizar al centinela, le murmuraba suavemente.

—Está bien, Ten. Respira, estás aquí conmigo.

Johnny observaba cómo el centinela luchaba por controlar su respiración, su rostro lleno de un miedo que raras veces mostraba. Los ojos de Ten viajaron rápidamente por la habitación, y en un instante, su mirada atrapó la de Johnny. Como un reflejo, las manos de Ten volaron hasta los hombros del capitán, y, con los dedos hundidos en su armadura, pronunció las palabras entrecortadas.

—Johnny... Yuta... se ha llevado a Taeyong. Están en peligro... ¡Todos! Sé ahora por qué mis visiones estaban borrosas —su voz estaba rota, entrecortada, mientras su cuerpo parecía hundirse en la desesperación de lo que había visto.

—Shhh.. respira, despacio

—¡N-No..! Yuta.. el-

Johnny asintió, apretando suavemente las manos de Ten para calmarlo mientras, con una voz firme pero reconfortante, susurraba.

—Ya lo sé, Ten. Tranquilo. Respira conmigo, ¿de acuerdo? Estamos juntos en esto.

Johnny le dio el tiempo que necesitaba, manteniéndose allí, hasta sentir cómo la respiración de Ten, de a poco, recuperaba su ritmo. Luego de un breve silencio, Johnny le dedicó una pequeña sonrisa mientras afirmaba.

—Iremos ahora mismo a ayudarlos, ¿está bien?

Ten se quedó mirándolo, enmudecido un momento, aún procesando cada palabra de Johnny, cada pequeño rastro de calma que intentaba insuflarle. Tragó saliva, luego asintió, sin palabras, dejando que la intensidad de la preocupación se transformara en determinación. Johnny, viéndolo finalmente más sereno, le regaló una sonrisa cálida, con la que buscaba infundirle el valor que necesitaba para lo que estaba por venir.

Sin embargo, el momento fue interrumpido de repente cuando Ten, con un destello de irritación aún visible en sus ojos, levantó una mano y, con un movimiento rápido, le dio una palmada directa en el pecho de Johnny.

—¡Oye! —Johnny se llevó una mano al pecho, mirándolo con incredulidad y soltando un quejido. Un ceño fruncido indignado apareció en su rostro mientras preguntaba. —¿¡Por qué!?

Ten, con una leve expresión de reproche en sus ojos, respondió frunciendo el ceño.

—Eso fue... porque te dije que algo andaba mal, ¿y qué hiciste? Ignorarme —aunque su tono fue firme, un leve temblor traicionaba el eco de su angustia reciente.

Johnny estuvo a punto de protestar, abriendo la boca y cerrándola después. Soltó un suspiro resignado, rodando los ojos y mirando hacia el techo con fingida paciencia.

—Está bien, está bien... Supongo que me lo gané —aceptó al final con un suspiro exasperado. Luego, mirándolo con cierta ternura, añadió. —Pero ahora necesitamos irnos a la zona helada