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El silencio entre Jaehyun y Taeyong se extendía mientras ambos caminaban hacia la sala de detención. Taeyong, con su habitual timidez, caminaba a unos pasos de distancia, sin saber qué decir. Jaehyun, a su lado, parecía tranquilo como siempre, aunque su serenidad tenía un toque diferente esta vez, como si también estuviera pensando en cómo romper el silencio.

Después de unos minutos, Jaehyun carraspeó suavemente para captar la atención de Taeyong.

—Lo siento —dijo en su tono sereno, pero esta vez había una leve vacilación en su voz. —No te agradecí ayer por mostrarme el campus. Tenía algo importante que hacer, y me fui sin decirte nada.

Taeyong levantó la mirada, encontrándose con los ojos de Jaehyun. Esos ojos siempre le llamaban la atención, no sabía por qué, pero había algo en ellos que lo hacía sentir curioso, casi hipnotizado. Aunque su mente se llenó de preguntas sobre qué podría haber sido tan importante, no se atrevió a preguntar.

Solo asintió, su rostro relajado.

—No hay problema —respondió, mostrando una pequeña sonrisa.

Jaehyun le devolvió el gesto con su característica sonrisa leve pero amigable, una sonrisa que a Taeyong le resultaba sorprendentemente dulce. Aunque era pequeña, había algo reconfortante en ella. Taeyong sintió que su corazón se aceleraba ligeramente, pero le devolvió la sonrisa, un poco más amplia que la de Jaehyun.

Ambos siguieron caminando en silencio, y por un momento, Taeyong sintió que el aire a su alrededor se volvía más ligero. No solía sentirse cómodo con nadie que no fuera Seulgi, pero con Jaehyun había algo diferente, una especie de paz extraña que no sabía cómo explicar.

Jaehyun, al notar que el silencio se extendía demasiado, decidió romperlo nuevamente.

—Taeyong —dijo, girando su rostro hacia él. —¿Por qué vienes... Aqui?

Taeyong frunció el ceño, confundido por la pregunta, y luego soltó una pequeña risa.

—¿Qué clase de pregunta es esa? —dijo, sin poder evitar sonreír más ampliamente. —Vengo a estudiar, obviamente. —Había un tono juguetón en su respuesta.

Jaehyun, por primera vez, se sintió un poco tímido ante la respuesta de Taeyong. Un leve sonrojo apareció en su rostro, lo cual era algo poco común en él. No sabía cómo contestar. Su mente se esforzaba por encontrar una respuesta que tuviera sentido, pero se quedó en blanco por unos segundos.

Finalmente, carraspeó y murmuró:

—En América... es diferente —dijo torpemente, tratando de justificar su extraña pregunta.

Taeyong arqueó una ceja, claramente no convencido.

—¿América? —preguntó, intentando no reír. —¿Entonces vienes de América?

Jaehyun asintió lentamente, aunque por dentro, la confusión lo invadía. ¿Por qué América? Era la historia que Ten le había sugerido, pero no sabía qué más decir al respecto.

—¿S-Sí? —respondió, algo incómodo consigo mismo.

Taeyong no pudo contener una pequeña risa, y aunque seguía un poco incrédulo, asintió de nuevo.

—¿Es tu primera vez aquí entonces? Aqui en el país —preguntó.

Jaehyun se rascó el cuello, aún tratando de mantener su serenidad.

—Si —repitió, sin añadir más detalles. El nerviosismo era nuevo para él, y se notaba en su lenguaje corporal.

Taeyong se quedó observando a Jaehyun por un momento, notando cómo el joven parecía luchar por mantener la compostura ante preguntas tan simples. Era casi divertido verlo así, tan diferente de la imagen serena y controlada que proyectaba la mayor parte del tiempo. Pero lo que más le sorprendía era lo cómodo que se sentía hablando con él. Esta era la conversación más larga que había tenido con alguien que no fuera Seulgi, y aunque normalmente se sentiría incómodo, con Jaehyun no era así.

Hundred Long Years| JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora