La risa de Yuta se alzaba en ecos dolorosos que rebotaban entre las paredes de la cueva, llenando el silencio roto por el sonido de las lágrimas de Jaehyun y el peso invisible del dolor que flotaba en el aire. Su voz, teñida de burla y satisfacción, era un veneno en la herida abierta que había dejado en el alma de quienes estaban allí.
El príncipe, tan frágil en los brazos de Jaehyun, parecía a punto de desaparecer entre sus manos temblorosas, que aún se aferraban a él con desesperación.
—Tan fácil —soltó Yuta con una sonrisa oscura que deformaba sus facciones. —Jugar con la mente de un simple humano. ¿Tan facil fue hacer que su corazón estallara con una orden? Es gracioso saben... —se burló, alzando una ceja mientras observaba el cuerpo inerte de Taeyong, como si fuera un juguete roto. —Miren ahora a su preciado príncipe, el guardián del éter, reducido a... esto
Jaehyun apretaba a Taeyong contra su pecho, sus dedos rígidos, temblorosos, recorriendo las mejillas frías del príncipe con un cuidado infinito, como si temiera romperlo aún más. Las lágrimas se escurrían por su rostro sin control, quemándole la piel, enrojeciendo sus ojos que ahora solo reflejaban desolación y un odio contenido hacia Yuta.
—Taeyong... —sollozó, con la voz rota y las palabras atrapadas en su garganta. Era un murmullo apenas audible, un último suspiro de amor y desesperación que el eco de la cueva se llevó como un lamento.
Ten, inmóvil a unos pasos de distancia, sentía su propio cuerpo como si fuera de piedra. Observaba el cuerpo de Taeyong, el príncipe cuya existencia era vital para Philos y su gente, desplomado en los brazos de Jaehyun, como si el mismo destino se hubiera hecho añicos frente a sus ojos. Su corazón, que hace siglos había dejado de latir en un sentido físico, sentía el peso de la culpa, el remordimiento, y la impotencia que lo desgarraba en ese instante.
Pero en ese mismo instante de dolor y angustia, un destello azul intenso emanó del pecho de Taeyong, iluminando la oscuridad de la cueva.
Jaehyun retrocedió, soltando el cuerpo de Taeyong solo lo suficiente para observar, sus ojos llenos de una mezcla de incredulidad y angustia. Los labios de Yuta se curvaron en una sonrisa aún más amplia, y un destello de codicia resplandeció en sus ojos cuando comprendió lo que estaba ocurriendo.
—Ahí está... —murmuró con un tono de deseo absoluto, acercándose con cautela pero sin contener su emoción.—El éter... ¡al fin!
El resplandor azul se expandió, llenando la cueva con una luz que destellaba en cada rincón, empapando las paredes de aquella brillante energía. La silueta del éter comenzó a elevarse, como si el mismo Taeyong estuviera ascendiendo hacia la eternidad, mientras Yuta se acercaba lentamente, sus ojos fijos en el brillo intenso con una devoción casi demente.
La cueva temblaba a su paso, resonando con una energía ancestral que parecía a punto de desbordarse.
Johnny, con un movimiento rápido, alzó el arco y apuntó hacia Yuta, su mirada fría y calculadora lista para dar la orden a los arqueros que le acompañaban. Pero antes de que pudiera dar la señal, sintió la mano de Ten posarse suavemente en su pecho. Johnny se detuvo, girando la cabeza con una expresión de desconcierto que se encontró con la mirada serena y decidida de Ten.
—Espera un momento. —murmuró Ten, con una firmeza que era más poderosa que cualquier orden.
Johnny bajó el arco con una respiración contenida, sin poder apartar los ojos de Ten, que le transmitía una seguridad absoluta. Debía al menos está vez, confiar en el destino.
En ese preciso momento, cuando las garras de Yuta estaban a milímetros del éter, la luz azul se intensificó en una explosión que estremeció los cimientos mismos de la cueva. Los wanderers, que se encontraban cerca, gritaban mientras eran consumidos por la luz, sus cuerpos desintegrándose al contacto con el destello de aquella energía pura.
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Hundred Long Years| Jaeyong
FanficUna noche, mientras las tres lunas de Philos se alineaban, la señal llegó. Una luz tenue, apenas visible en el horizonte, pero suficiente para que Jaehyun la sintiera en lo más profundo de su ser. Taeyong había regresado. ⏱️Jaeyong ⏱️¡Sinopsis larga...