careful, sweetheart | kooktae

diecisiete

JiMin abrió la puerta con demasiada pereza y sueño, casi podía sentir su alma siendo arrastrada por las sábanas cuando salió de la cama y se encaminó por el pasillo sutilmente iluminado por los tiernos primeros rayos de sol del día. Ante su poco interés por conocer a la persona que tocaba el timbre del otro lado, se mostró sin más. Su cabello creció mucho en los últimos meses y por estar demasiado ocupado con su trabajo, no había tenido tiempo que arreglarse como normalmente lo haría, así que ahora mostraba una melena azabache bastante desordenada. Tampoco se había preocupado por su apariencia hasta que enfocó a TaeHyung del otro lado de la puerta.

—¿Cómo puedes verte así de bonito a las cinco de la mañana? —Inquirió en un suspiro— Espera, creo que te veo más sexy por tu celo... —Murmuró solo un poco después de apreciar bien sus pómulos rojizos de la vergüenza.

—Buenos días, Minnie. —Respondió el menor con una sonrisa pícara, ojeando detrás del Omega por si veía los ojuelos gatunos del Alfa, pero se sintió aliviado cuando JiMin le invitó a pasar y no hubo señales de YoonGi por ningún lado.

—Me encanta que vengas de visita, TaeHyungnie... —Dijo con voz suave, TaeHyung cerró la puerta detrás de él pero antes de que pudiese decir algo más, el más bajito volteo a verle con cara de pocos amigos— Pero agradecería que lo hicieras en un horario más ordinario tanto para mí como para ti, ¿sabes qué hora es? ¡Ni el sol se atreve a salir aún!

El castañito aceptó el regaño con un pronunciado puchero y una mirada tristona que se paseaba por el suelo, sin querer encontrarse con su mejor amigo bajo ninguna circunstancia.

—Te escribí... —Dijo en un tono tristón mientras se dirigía al mueble, JiMin bufó en respuesta— Es que... —Tragó saliva dejándose caer en el sillón y agarró uno de los cojines para colocarlo sobre su regazo— Jungkook se fue anoche a su casa, cumplió con su palabra de ayudarme en mi celo pero...

JiMin olvidó momentáneamente su enojo únicamente al percibir un sutil cambio de aroma en su mejor amigo.

—Pensé que... bueno, pasé por muchos rechazos de... mi ex en mi celo y estoy seguro que no me afecta mucho ahora pero, con JungKook me sentí diferente... —No quiso alzar la mirada pues imaginaba la magnitud del nuevo sermón de JiMin y aún no quería verse como un cachorro regañado— Mi Omega nunca se opuso a mi deseo de no tener cachorros, de hecho jamás me sentí presionado por su parte cuando estaba con... Chan. —Dijo con un nudo en la garganta al recordar a su antigua pareja.

—TaeHyungnie... —Alertó el mayor cuando sus neuronas comenzaron a trabajar y su faceta como mejor amigo se iba adaptando a lo contado, entendiendo por dónde iba el castaño.

—Pero cuando JungKook se marchó, me sentí... usado. Y es que fue justo lo contrario, yo lo usé a él, yo le pedí que me atendiera, sin embargo ahora me siento rechazado...

JiMin aguardó un par de segundos en silencio, tal vez era demasiado temprano para él y aún no había terminado de despertarse, pero recuerda las advertencias que le dio al castaño que ahora se remueve dolido en su sofá.

—Te dije que no era buena idea. —Empezó y TaeHyung casi solloza— Aún así sabes que JungKook tiene una vida y que tenía que salir en algún momento de tu casa, siento decírtelo de esta forma pero tal vez estás apresurando demasiado las cosas... —Dijo en un tono suave, comprendiendo que TaeHyung era un poco más sensible y susceptible tras su celo— Es posible que él simplemente haya salido a trabajar o a estudiar, en cuanto pueda te escribirá.

Y el otro pronunció mucho más su puchero, negando como un cachorro.

—Es que... —Balbuceó con cierto temor— JungKook fue... demasiado para mi... —JiMin alzó una ceja y su rostro perdió seriedad— Todo fue muy bueno y...