VIOLETA

217 17 0
                                    

Si el propósito del Destino era poder contemplar las mismas explosiones de color que le habían fascinado durante la creación del universo, logró con éxito su objetivo al presenciar la relación de Chiara y Violeta. Hacía varios siglos que no presenciaba una conexión tan hermosa entre dos almas; unos colores tan vivos.

Que las almas gemelas se encontraran no era un fenómeno tan inusual, pero con la misma profundidad y un vínculo tan fuerte como el de ellas dos, era más raro de lo que debería. El Destino había estado encantado con los colores que veía desde que Chiara y Violeta se habían hecho amigas de niñas. Sin embargo, después de que reconocieran el vínculo que compartían y admitieran lo que sentían la una por la otra, los colores parecían aún más vivos, brillantes y reales. Intensos.

Ese día Destino casi lloró de emoción.

Era tan hermoso que ni siquiera sabía qué pensar o cómo describirlo. Parecía que todos los colores tenían su origen en Violeta y Chiara. El haz de luz blanca llegaba hasta las dos y luego se descomponía en los colores del espectro de luz visible. Como verdaderos prismas Colores tan únicos que era imposible no admirarlos. Frecuencias de onda que Destino nunca había presenciado, como si hubieran surgido solo para expresar los sentimientos entre ambas. Un verdadero arco iris propio.

Y qué suerte tuvo el Destino de presenciar una historia de amor tan hermosa! Era su pasatiempo favorito: contemplar las tonalidades sin parangón que aparecían cuando los dos estaban juntas y admirar la paleta de colores única que estaban creando.
Los humanos siempre han atribuido significados a los colores y a Destino le parecía una tontería, porque los colores se expresan por sí mismos. El fin en sí mismo. Pero Violeta y Chiara le demostraron que, sí, hablaban por sí mismos, pero también traducían sentimientos únicos.

[...]

El verde es el cuarto color del espectro de la luz visible. Y en medio del colorido mundo que compartían Hódar y Oliver, Destino veía destacar a menudo las diferentes tonalidades de verde.
El color verde reflejaba la seguridad que Chiara sentía cada vez que los dedos de Violeta envolvían los suyos antes de una situación importante. Como antes del primer partido de voleibol del último año de instituto de Chiara.

Otro tono de verde que el Destino identificaba a menudo, este un poco más suave, transmitía una tranquilidad inigualable. Era la calma que encontraban la una en brazos de la otra en medio del ajetreo diario. El contacto físico y las muestras de afecto eran habituales entre ellas, pero nada igualaba la serenidad que inundaba sus cuerpos cuando se acunaban en un abrazo.

El tono favorito de Destino, sin embargo, era un verde brillante, tan vivo que parecía falso. Tan brillante y vibrante que era imposible no sentirse contagiado. Este color aparecía con frecuencia en su vida cotidiana, tiñendo todo a su alrededor cada vez que se sonreían.

[...]

El ciano era el color que más resaltaba a los ojos de Destino cada vez que la armonía entre las almas se hacía evidente (situación muy recurrente). Era simplemente el ritmo natural entre ellas: vibrar en la misma frecuencia, en los mismos colores.

El ciano, además de armonía, también reflejaba la profundidad de esta conexión entre las dos. Era casi como mirar este color en el cielo soleado: encantador, gigantesco, incomprensible en toda su inmensidad, pero acogedor. El destino sintió que este significado complementaba al anterior. La última variación del ciano era el color base de cualquier relación. El color aparecía cada vez que una de las dos demostraba la importancia de ser paciente con la otra y, tal vez, incluso consigo misma.

[...]

Todo el mundo sabe que el rojo representa el amor y la pasión. Y aunque es uno de los colores más recurrentes, el Destino nunca se cansaría de admirarlo. Porque aunque el amor sea un sentimiento intenso, está compuesto de facetas delicadas. Capas con sus particularidades que conforman el todo. Sus diferentes tonalidades parpadean alrededor de las personas según la situación y el momento, y con Violeta y Chiara no era diferente.

SoulMates Donde viven las historias. Descúbrelo ahora