𝓒𝓘𝓡𝓒𝓛𝓔𝓢 ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿ

☂️ 7 ☂️

—Jim, ¿Qué te parece si cenamos algo?— Sugirió Namjoon cuando el menor ya estaba algo más tranquilo.

Jimin negó con la cabeza.

—No tengo hambre.

Jimin se encogió de hombros, no dándole mucha importancia.

Namjoon hizo algo para cenar de todas formas. Entre él y Jungkook intentaron obligar a Jimin para que comiese algo.

El resultado de eso fue el cuenco de arroz tirado en el suelo.

—Jimin.— Jungkook frunció el ceño. —Sé que estás triste, pero tienes que comer. Por favor.— El más alto le miró con una expresión suplicante en la cara. —Por favor, hyung. No puedes seguir así. Si tú tampoco pones de tu parte, no avanzaremos nunca.

Jimin le miró en silencio.

—Vale... comeré.

Después de que terminase de cenar, Jungkook y Namjoon esperaron a que se quedara dormido para limpiar todo lo que Jimin había destrozado.

—Le llevaré a la cama.— Dijo Jungkook mientras cargaba a Jimin en sus brazos al estilo nupcial.

—Puedo aprovechar que está dormido para curarle las heridas.

—Oh, claro. Bien pensado.— Jungkook se dirigió a la habitación y dejó a Jimin sobre el colchón, intentando moverle lo menos posible para que no se despertara.

Namjoon entró en la habitación con un botiquín y se encargó de curar las heridas de su amigo.

—Al menos son heridas superficiales. Se curarán dentro de poco.— Informó el mayor.

—Gracias, Namjoon...— Dijo Jungkook , que observaba sentado a los pies de la cama.

Después de que Namjoon terminara, Jungkook se encargó de arropar a Jimin con el edredón.

Cuando ya iba a salir de la habitación, detuvo sus pasos para girar sobre sus propios pies y mirar a Jimin. Volvió a acercarse a la cama y dejó un pequeño beso en su frente.

—Descansa, hyung.

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Jimin empezó a removerse en el colchón, anunciando que ya estaba despertando. Cuando abrió los ojos, lo que vio le hizo cierta gracia.

Jungkook estaba dormido a su lado, con medio cuerpo fuera del colchón, tumbado casi en diagonal.

Namjoon estaba tumbado a lo largo de los pies de la cama, arropado con una pequeña manta y con su brazo derecho colgando fuera del colchón.

—¿Han dormido así?— Se dijo a él mismo —Jungkook— Jimin pinchó las mejillas de su pareja con su dedo índice. —Kook... ¿estás despierto?— Susurró. —¿Hum?— Volvió a tocar las mejillas y la frente del contrario cuando notó que estaba algo caliente. —Kook, despierta.

Jungkook abrió los ojos, aún ubicándose de dónde estaba.

—¿Te hago el desayuno?— Dijo mientras se incorporaba sobre el colchón.

—Tienes fiebre.— Ignoró por completo lo que acababa de decir Jungkook.

—¿Hum?— El menor tocó su propia frente. —¿Sí?

—Sí.— Afirmó Jimin. —Seguro que has cogido frío por no arroparte anoche...

—Ah, seguro...— Jungkook se rascó la nuca, obviando el pequeño detalle de que la noche anterior estuvo caminando bajo la lluvia torrencial durante una hora.

—Túmbate.

—Voy a hacerte el desayu-

—Que te tumbes.— Jimin frunció el ceño.

—A sus órdenes.— Jungkook volvió a recostarse sobre el colchón, mirando a Jimin. —¿Has dormido bien?

—Mejor que vosotros seguro.

Jungkook río levemente.

—Queríamos estar pendiente de ti.

Jimin, que estaba sentado sobre el colchón, también volvió a tumbarse, mirando a Jungkook.

Estuvieron en silencio durante un tiempo, mirándose sin más.

—Lo siento...— Dijo Jimin.

—¿Por qué me pides perdón?

—Igual yo tampoco he estado tan pendiente de ti como debería haberlo estado...

—Olvídalo, hyung. Aquí el que se ha portado como un gilipollas he sido yo. Lo siento mucho, de verdad... No sabía cómo actuar, hyung. Verte así de mal también hacía que me quedara en blanco..

—No te preocupes, Kook... lo entiendo.

—Lo siento, Jim...

—¿Me vas a decir ahora cómo te sientes?

—Anoche me agobié cuando empezaste a hablarme durante la cena... por eso me fui. Pero, cuando salí de casa, la realidad se me echó encima de golpe, ¿sabes? De repente asimilé que nuestra pequeña ya no está...— Jungkook tuvo que parar uno segundos para coger aire. —Y que no podemos hacer nada para cambiarlo...

Jimin se quedó en silencio. Él también estaba llorando.

—No quiero perderte a ti también, Jimin... Quiero llegar a viejo contigo y que vayamos a sentarnos en el banco del parque para dar de comer a las palomas.

Eso hizo que ambos soltaran una pequeña risita.

—Entonces... ¿no quieres divorciarte?

—Por supuesto que no, hyung. Jamás haría eso. Tendría que estar completamente loco para separarme de ti.

Jimin sonrió levemente.

—Entonces... ¿me das un beso?

Jungkook estuvo a punto de besarle, pero paró a tan solo unos milímetros de los labios ajenos.

—Primero prométeme una cosa.

—¿Qué cosa?

—Que vas a volver a comer, hyung. Por favor...— Y es que anoche, cuando llevó a Jimin en brazos, notó su cuerpo mucho más ligero. —Ya has perdido demasiado peso, no quiero que caigas enfermo.

Jimin asintió.

—Comeré, Kook...

Cuando Jungkook estaba en el segundo intento de besar a su pareja, un estúpido Kim Namjoon decidió interrumpir.

—¡Oye, oye! ¡No quiero ver eso!— Namjoon se tapó los ojos con las manos. —¡Los besos en otro lado!

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