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—Esto no es buena idea, Jungkook

—Inténtalo, hyung. Tu psicólogo te dijo que sería buena idea que volvieras ya al trabajo.— Dijo el menor mientras ajustaba la bata blanca con dibujos de animales del contrario.

Y es que Jimin era pediatra. Lo que implicaba tener que estar rodeado de niños todo el tiempo.

Ya habían pasado casi seis meses desde que se dio de baja y no había tenido ningún contacto con niños pequeños en todo ese tiempo.

—Te digo que es mala idea...

—Bueno, sabes que estaremos aquí fuera.

Jungkook, Namjoon y Seokjin pidieron los días libres en sus respectivos trabajos para estar con Jimin. Sabían que sería un día complicado para él.

—Respira hondo, hyung. Sé que puedes hacerlo.— Jungkook sonrió y besó la frente ajena. —Estaré aquí fuera, ¿vale?

—Vale...— Jimin agarró una pequeña carpeta con papeles antes de entrar a su consulta. Después de revisar varias cosas en el ordenador, llamó al primer paciente.

Una pequeña niña de tres años entró llorando de la mano de su madre.

Jimin trató de sonreír todo el tiempo.

—Buenos días, Eunji.— Dijo el mayor.

La mujer se sentó en una silla y dejó a su pequeña sentada sobre su regazo.

—H-hola.— Dijo la niña con un puchero en los labios.

—Hoy no tienes por qué llorar. No tengo que pincharte. Solo va a ser una pequeña revisión para saber que no estás malita.— Explicó Jimin, en un tono de voz más infantil. —¿Confías en mí?— Se levantó de su silla y tendió su mano a la pequeña.

Eunji miró a su madre, algo dubitativa. Cuando la mujer le sonrió, agarró la mano del médico y bajo al suelo con un pequeño saltito.

—Vale...

Jimin sonrió y caminó con ella hasta la camilla.

Cuando ya terminó con la revisión, le dio un caramelo a la pequeña a modo de recompensa.

—Lo has hecho súper bien, Eunji. Has sido muy valiente.

—¿Mi osito también está malito?— La pequeña le mostró un osito de peluche que tuvo agarrado con una de sus manos todo el tiempo.

La sonrisa de Jimin desapareció en cuanto se fijó en el juguete que le estaba enseñando la niña. Empezó a notar una presión en el pecho y las ganas de llorar iban en aumento.

—Doctor, ¿se encuentra bien?— La madre de Eunji se acercó hasta Wonwoo al ver que estaba paralizado delante de su pequeña. —¿Le ocurre algo?

—Yo...— Jimin dio un par de pasos hacia atrás. —Yo... lo siento. T-tengo que salir un momento...— Abrió la puerta de la consulta y salió corriendo en dirección contraria a donde estaban sus amigos, directo al baño.

Los tres se levantaron de golpe en cuanto vieron a Jimin salir, pero fue Jungkook el que se encargó de ir con él.

—¡Hyung!

Jimin se quitó la bata y la tiró al suelo antes de entrar al baño y encerrarse en uno de los cubículos.

—Hyung, déjame entrar.— Jungkook dio unos toques sobre la puerta. —¿Qué ha pasado?

Jimin no le contestó, pero su llanto desconsolado era más que audible.

—Hyung...

—N-no puedo hacerlo, J-Jungkook...— Dijo Jimin. Estaba sentado en el suelo, abrazando sus propias piernas, con la espalda apoyada sobre la puerta. —N-No puedo...

© _sunwonuuu

𝓒𝓘𝓡𝓒𝓛𝓔𝓢 ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿWhere stories live. Discover now