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—Hyung... déjame pasar, por favor.— Volvió a insistir Jungkook.

Llevaba cerca de una hora parado frente a la puerta del baño. Namjoon y Seokjin haciéndole compañía, solo que ellos estaban sentados en el suelo.

Lo único que seguía escuchándose dentro del baño era el llanto de Jimin que, por suerte, ya era un poco más tranquilo.

—Minnie— Habló Namjoon . —Dinos algo, por favor. Nos estás preocupando.

—Dejadme solo.— Dijo Jimin. —Q-quiero estar solo, por favor...

Jungkook, Namjoon y Seokjin se miraron en silencio antes de salir del baño y esperar a que Jimin decidiera salir.

Pasó una hora. Dos, tres... hasta que Jimin por fin salió.

—Vámonos a casa.— Es lo único que dijo antes de salir del hospital y dirigirse al coche.

Antes de que Jungkook subiera al vehículo, habló con la otra pareja para decirles que se fueran tranquilos a casa y que ya les llamaría cuando Jimin estuviese más tranquilo.

El trayecto a casa transcurrió en silencio. Jungkook iba concentrado conduciendo y Jimin se limitaba a mirar por la ventanilla.

—Tenía el mismo peluche...— Dijo el mayor cuando Jungkook aparcó frente a su casa.

—¿Hum? ¿Qué peluche?

—Eunji... tenía el mismo osito de peluche...

—Hyung- —Jungkook estuvo a punto de agarrar la mano del contrario, pero Jimin ya estaba bajando del coche.

El más mayor pasó toda la tarde encerrado en la habitación de Daeun. Sentado en el suelo con aquel osito de peluche en sus manos.

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Otro mes más pasó.

Un mes en el que Jimin volvió a dejar de salir a la calle para pasar todo el día encerrado en casa.

Un mes en el que volvió a dejar de comer.

Un mes en el que los pequeños progresos que había logrado la pareja, se fueron por el retrete.

Esa mañana Jimin tuvo que pasar la mañana solo, puesto que Jungkook tenía que ir a trabajar. Así que dedicó ese tiempo a hacer algo de limpieza.

Después de limpiar la casa entera, decidió coger una caja de cartón y guardar varias cosas de Daeun dentro de ésta.

No iba a tirarlas, por supuesto. No podría tirar las cosas de su pequeña bebé. Pero pensó que sería un paso importante para seguir asimilando que ya no estaba con él.

—Espero que no te enfades conmigo, bebé.— Dijo Jimin, con lágrimas en los ojos, mientras metía la caja dentro de un armario. —No me he olvidado de ti, ¿hum? Y papá tampoco.— Dedicó una pequeña sonrisa a la caja de cartón antes de cerrar la puerta. Media hora después, Jungkook regresó a casa.

Media hora después, Jungkook regresó a casa.

—¡Hyung, ya estoy en casa!— Dijo el más alto mientras se quitaba las zapatillas.

—Estoy en la cocina.— Respondió Jimin.

Jungkook siguió la voz del mayor y no pudo evitar sorprenderse cuando le vio comiendo.

—Sobró anoche...— Explicó mientras masticaba un trozo de sushi. —¿Quieres?

—No, hyung. Todo para ti.— Sonrió antes de acercarse a besar su mejilla. —¿Qué tal has pasado la mañana?

—Bien. He estado haciendo limpieza.

—Oh, ya veo.

—Y... he recogido algunas cosas de Daeun. Que sepas que no pienso tirar nada.— Dijo Jimin antes de que Jungkook pudiese hablar. —No voy a tirar nada...

—Está bien, hyung.— Jungkook acarició sus brazos. —No tiraremos nada.

 — Kook...

—¿Hum?

Jimin giró a mirar a su pareja.

—¿Te apetece pasar la tarde fuera de casa?

—¿Hum? ¿Tienes ganas de salir, hyung?

—Sí.

—¿De verdad? No quiero que te sientas forzado. Si lo haces solo por mí, no tienes por qué-

—Tengo ganas, Kook. Quiero salir.

Jungkook sonrió.

—Entonces iremos donde tú quieras, mi vida.

© _sunwonuuu

𝓒𝓘𝓡𝓒𝓛𝓔𝓢 ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿWhere stories live. Discover now