𝓒𝓘𝓡𝓒𝓛𝓔𝓢 ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿ

☂️FINAL☂️

[TRES AÑOS DESPUES]

Jimin daba un paseo por el parque en compañía de Chaewon, que no había ido a la guardería porque estaba malita y ahora descansaba sobre sus brazos; y de Namjoon .

-No sé, hyung... ¿No crees que os estáis precipitando demasiado?

-No, Jim.- Namjoon negó con la cabeza mientras una pequeña sonrisa triste se formaba en sus labios. -Llevamos meses intentando arreglarlo... pero esto no funciona, Jim. Será mejor así.

Jimin bajó la mirada, claramente apenado.

-Y, ¿Qué pasa con Seungmin?

-Tendremos la custodia compartida. Será lo mejor para él.

-Ya veo...

-Pero, no te preocupes, Won. Hemos quedado en seguir como amigos. Por nuestro bien y por el de Seungmin.

-Es una lástima, hyung...

-Pero, Jiminie, esto no significa que tengas que dejar de hablar con Seokjin. ¿De acuerdo?

-Ya lo sé, Nam.

Ambos se sentaron sobre un banco. Jimin dejó que Chaewon sentada sobre su regazo.

-¿No hay otra solución?- Insistió Jimin.

-No.

-Y... ¿tú cómo te encuentras?

-Bueno... supongo que todo lo bien que se puede estar. Pero, cambiando de tema. ¿Cómo se encuentra esta niña tan guapa?- El más mayor sonrió antes de cargar a Chaewon en sus brazos y sentarla sobre su regazo.

-Woni malita.- Dijo la pequeña con su chupete en la boca.

Woni era la forma tan peculiar que tenía Chaewon de decir su propio nombre. Era demasiado largo y complicado para ella.

-Chi. Woni malita.

-El tito Nam te comprará un helado para que te recuperes y ya no estés malita. ¿Qué te parece?- Sonrió.

-¡Helado, helado!- Exclamó Chaewon con emoción.

-Shhhh, pero es un secreto, ¿vale?- Susurró. -No se lo puedes decir a mamá.

-Un sequeto, un sequeto.

Ambos hablaban como si Jimin no estuviese sentado justo a un centímetro de ellos.

En ese momento, el teléfono de Jimin sonó.

-Dime, Kook.

-Hola, vida mía~~ - Saludó Jungkook.

-Hola~~

-¿Dónde estáis? Acabo de llegar a casa.

-Oh, se me olvidó avisarte. Hemos salido a dar un paseo con Nam.

-¿Puedo apuntarme yo también?

-Claro. Te mando la dirección.

Media hora después, los tres caminaban por los pasillos de un centro comercial.

Chaewon iba cargada en los brazos de Namjoon mientras comía felizmente un helado de vainilla y se manchaba toda la cara y las manos.

Mientras que ellos dos se adentraban a una juguetería, Jungkook y Jimin les esperaron de pie a la entrada de la tienda.

-¿Cómo se ha portado mi Channie hoy?- Cuestionó Jungkook mientras abrazaba a Jimin por la espalda, dando caricias a la barriguita de casi seis meses del contrario.

-Igual de revoltoso que ayer...- Se quejó Jimin.

-Tendré que reñirle por portarse mal.- Bromeó.

-Oye, no pares.- Jimin volvió a colocar las manos de Jungkook sobre su barriga. -Me he dado cuenta de que Chan se altera cuando no estás cerca.

-Oh, ¿de verdad?

-Síp. Cuando estás así está más tranquilo y no da tantas patadas.

-¿Seguro que es Channie al que le gusta que esté cerca?- Dijo Jungkook, sin dejar de acariciar la barriga de su marido. -¿No será solo una excusa para que tú tengas más mimitos?

-Por supuesto que no.- Jimin frunció el ceño. -Es tu hijo el que quiere mimitos... en gran parte.

-En gran parte.- Rió. -Si quieres mimitos, solo tienes que decírmelo, mi amor.

-Quiero mimitos. Muchos, muchos mimitos.

-Tus deseos son órdenes para mí, mi hermoso gruñón~

-En ese caso, aprovecho para decirte que Channie va a ser nuestra última bendición. No pienso tener más hijos.

-Jo...- Jungkook hizo un puchero con los labios. -¿Por qué no redondeamos a cuatro?- Sonrió.

-Ni hablar. Ya tenemos suficiente con tres.

-Podríamos intentar tener otro niño. Así tendremos dos niñas y dos niños.

-No vas a convencerme, Kook. Deja de insistir.

-Bueno, no perdía nada por intentarlo.

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